No seré yo, ignorante en cualquier cosa de BD fuera de la marmita de Obelix, quien le quiera quitar mérito al autor ni la obra, pero Jean-Claude Forest, en el dibujo y la composición de página y demás no es que te deje con la boca abierta.
Justito, quizás original en los diseños y poco más.
Ahora bien, desnudos y sexo con robots aparte, es obvio que el valor de la obra radica primero en la protagonista femenina para una aventura espacial, segundo en que esta ejerza su femineidad a la hora de resolver conflictos -dicen en el tomo, "en oposición a los testosterónicos superhéroes" - y tercero, me parece a mi, a la originalidad de las aventuras, diseños, personajes y conflictos en que se ve envuelta, incluyendo la habilidad del autor para nombrar personajes y planetas, que eso en cualquier obra de género es el 75% del éxito. La otredad.
Por supuesto, esa novedad en la escritura, unido a los desnudos y lo desinhibido de la prota supuso en su momento toda una revolución en Francia que daría lugar a la creación del mercado de cómic adulto, ya a finales de los años 50.
Por eso estamos ante un cómic histórico que no dudo todo buen aficionado no dejará pasar, en esta edición en tapa dura de Dolmen que recopila la práctica totalidad de materiales del autor sobre su legendaria heroína.
Complementan la edición toda una serie de artículos de Ángel de la Calle, Jesús Palacios, Javier Rodriguez que a buen seguro saben situar la obra, sus valores y transcendencia mucho mejor que este lego.
No falta el dedicado a la mítica película que la adaptaba y que es la guinda final de este particular icono -al menos en la parte erótica-.
Por terminar con añadiendo otra tontería a esta, sin duda no la más lucidas de mis reseñas, se me ocurre que en tiempos de genderbending...¿Como es posible que a nadie se le haya ocurrido publicar BARBARELLO...? ;-p
¡De nada por la idea, Vicente!
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