En un futuro indeterminado, una nueva enfermedad hace que algunos humanos muten desarrollando nuevos órganos, que crecen como si fueran tumores.
Viggo Mortenssen interpreta a uno de esos "mutantes", que sufre dolor constante por los cambios en su cuerpo y que hace de la extracción -y tatuaje- de esos nuevos órganos un show fetichista/sexual junto a su pareja, que hace las veces de cirujana.
Pero el padre de un niño también "mutante" asesinado por la madre, que sentía repulsión a la extraña habilidad de consumir toda clase de materia, como plástico, les va a ofrecer una clase muy diferente de espectáculo...
En torno a ellos se reúnen toda clase de delirantes personajes: las técnicas de la mesa de operación, los funcionarios del registro de nuevos órganos, un policía encargado de investigar estos casos y otros que se mueven en ese submundo de las performance sexuales en torno a la modificación corporal.
Así, la pelicula puede interpretarse como una revisitación de los singulares fetichismos del director o a la vez como una advertencia sobre el futuro que nos espera de seguir contaminando el medio. De nuevo una interesante exploración de cuanto da de si -cada día más- la sexualidad humana no fijada por el instinto.
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