Este número recupera a antiguos personajes, unas ladronas que acaban metiéndose en un buen lío cuando coinciden en la casa que van a robar con una ninja con sus propios planes.
Un enredo que pronto adquiere proporciones épicas.
Una segunda historia reflexiona sobre el valor que le damos a las cosas y sobre el honor de los samurais, cuando Usagi acabe siendo el custodio de una simple pero codiciada piedra de río.
¡Y para terminar, por fin un personaje español, aunque no salimos muy bien parados!
Un sádico espadachín demanda ver en directo un ritual de Seppuku, sin importarle la muerte de la víctima -que le había afrentado-.
La cosa termina midiendo su espada toledana con el acero de Usagi en un duelo que hará justicia.
¡ÉPICO Y PROFUNDAMENTE SABIO Y JUSTO!
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