Comenzamos con un muy adulto relato centrado en la vida adulta de la hija adoptiva de Grendel, ilustrado por Tim Sale, y que demuestra rotundamente que este no es ni mucho menos un cómic de superhéroes mas, ni por los temas, ni por los enfoques, ni por los protagonistas, ni por lo que se cuenta o como se cuenta.
A continuación volvemos a los 80 para vivir las aventuras de Christine Spars, la heredera de la identidad de Grendel, enfrentada a Kabuki.
Todo un testimonio de la sociedad americana de entonces, de las hombreras gigantes y los cardados imposibles.
En las dos sagas finales, The Devil Within y Devil Tales, Wagner se alza como escritor adaptando sus historias a los artistas con los que trabaja, y alzándose sobre ellos cuando sus habilidades no son precisamente punteras.
Para compensar tenemos algunas historias dibujadas por Wagner mismo, que experimenta y expande los límites narrativos de la página.
Muy diferentes artistas, muy diferentes enfoques, muy diferentes historias, de todo para todos en un volumen que es otra lección sobre cómic.
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