Ahora trabaja para el Departamento de Inteligencia de los Estados Unidos, con una base secreta bajo el Lincon Memorial.
Allí, Lance Sterling es el agente estrella, capaz de enfrentarse a hordas de villanos y salir airoso con su misión cumplida, gracias a sus armas especiales y "savoir faire".
Tom Holland pone la voz al chico y Will Smith es el superespía, aunque queda claro por los diseños de sus personajes...
Pero cuando el novato Beckett sustituya algunas de las bombas del espía por armas menos destructivas pero igualmente eficaces -una explosión de gatitos y purpurina, que deja a los enemigos con un buen rollito un rato-, ambos van a chocar.
Sin embargo, Sterling pronto se ve envuelto en una trama que lo incrimina y los asuntos internos de la agencia lo persiguen.
Tiene que esconderse y para hacerlo toma por descuido una pócima del joven genio que lo convierte en...palomo.
Así que palomo espía y su "mano derecha" tendrán que descubrir que trama el misterioso villano con mano cibernética que ha incriminado a Sterling mientras ambos se esconden de la persecución de sus ex-compañeros de espionaje.
Una película bastante divertida, con grandes diseños y espectaculares escenarios animados -Venecia, Rivera Maya...- que parodia y homenajea el cine de espías añadiéndole un "tech guy" y que además introduce una diatriba que no dudo que pronto se extienda a otros ámbitos, como el de los superhéroes:
¿CUANTA VIOLENCIA ES PERMISIBLE PARA REDUCIR A LOS VILLANOS Y SEGUIR SIENDO "DE LOS BUENOS"...?
No hay comentarios:
Publicar un comentario