martes, 10 de diciembre de 2019

MALDITA HELENA, POR DANIEL TUBAU: LAS MIL Y UNA CARAS DEL MITO, ORDENADAS Y COMENTADAS

Somos ardientes defensores de los libros que nos ayudan a entender otros libros: No todo lo que se ha escrito puede ser desentrañado a la primera lectura por el lector moderno.

Y si hay algo paradigmático de esa lectura, es la Mitología griega.


Los mitos griegos más importantes han llegado a nosotros en mil y una versiones. Siempre hay una principal, claro, pero esta ya les resultó incompleta o incompresible a los griegos clásicos, y no dudaron en añadirle partes y/o modificarla al efecto de crear una narración más RACIONAL -eso de que los mitos y la razón están enfrentados tiene bastante de prejuicio decimonónico- y por lo tanto conexa.

Luego llegaron los trágicos, que reelaboraron aún más esas versiones, y los comentaristas, que buscaban conciliar las variadas y opuestas versiones.

Más tarde no faltaron los propios filósofos o teóricos que interpretaron los mitos como símbolos en un sentido u otro: a veces como restos de una lejana realidad histórica, otros como expresión de unas realidades no materiales que, aunque se expresan así racionalmente, apuntan más allá de nuestra realidad y requieren de una intuición más profunda.


Daniel Tubau realiza en este ensayo una tarea absolutamente TITÁNICA en torno al crucial personaje de HELENA DE TROYA (o de Esparta), no solo recopilando cientos de menciones y versiones de sus mitos, sino triunfantemente organizándolas de nuevo en un orden de eventos cronológico y narrativamente conexo.


Helena, prometida por Afrodita al pastor y príncipe Troyano Paris, desencadenó la Guerra de Troya cuando este la raptó y su marido Menealo reclutó a todos los caudillos griegos para viajar hasta Troya y, tras diez años de guerra -de los que mayormente solo conocemos el último, que es el que nos narra Homero en La Iliada, conquistar la ciudad y recuperarla.


Más allá de los propios relatos -¡a lo largo de 20 siglos!- el autor honestamente comenta las muy dispares interpretaciones que de la princesa y de esos eventos se han hecho dentro de Grecia y el mundo Helénico.

Y por si acaso no nos ha quedado claro, concluida la narración y unidas las mil y una partes de su periplo de ida y vuelta, el libro incluye una lista de los textos usados como fuentes.


Nosotros, con Simón el Mago, nos inclinamos por la interpretación gnóstica y neoplatónica: El viaje de Helena a Troya simboliza LA CAÍDA del alma humana del mundo celeste al material, donde queda "atrapada" por las murallas de Troya.

Su rapto y peripecias concuerdan con los de Perséfone, Eurídice, Psique y siempre implican un regreso a su estado original, aunque a veces el tiempo y los poetas hayan deformado ese arquetipo universal.


Helena y sus batallitas quedan hoy mejor comprendidas a la luz de más modernas versiones: la Bruhilda de Wagner, desprovista de inmortalidad y rodeada también de un muro de fuego, o la Galadriel de Tolkien, que viaja del inmaterial mundo de los Valar a la Tierra Media -ella, no condenada, como los Noldor, sino por voluntad propia de CONOCER nuevas tierras- y allí queda atrapada -condenada a esperar, como su modelo, la Ayesha de Ridder Haggard- hasta que la historia Kármica del Anillo Único llega a su final-. Las tres historias, como la de Helena, acaban en llamas que lo consumen todo -o casi-.

No escatimamos pues en elogios para nuestro admirado amigo por este redondo trabajo y en recomendaciones para que todo amante de la Mitología, griega o posterior, se haga rápidamente con el libro.

1 comentario:

El Demiurgo de Hurlingham dijo...

Interesante la reseña sobre lo que propone ese libro.
Hay versiones distintas sobre Helena de Esparta. En una versión no es hija de Leda, sino de Nemesis, la justicia vengativa, justicia distributiva. Por lo que Helena sería hija de Zeus y una diosa primordial, por lo que debería ser una diosa.
Helena habría sido raptada más de una vez, alguna vez por Teseo y Pirítoo, que luego fueron a raptar a Perséfone, ya esposa de Hades, mediante el rapto.

Según esa idea gnóstica, Helena sería la Pistis Sophia, traicionada por ángeles, desterrada a un mundo imperfecto. Condenada a reencarnarse a ser Helana de Esparta y luego una esclava que Simón el mago compró para liberar. Este personaje parece más que la denostación que muestran los evangelios.

Y el neoplatonismo era una filosofía peligrosa de ejercer. Tanto que Hipatía de Alajandría, tuvo una atroz muerte.

Interesante-