"Cuando era un niño
vivía en mi reino en la casa de mi padre,
y en la opulencia y abundancia
de mis educadores me solazaba,
cuando mis padres me equiparon
y enviaron desde el Oriente, nuestra patria.
Hicieron conmigo un pacto y
lo escribieron en mi corazón
para que no lo olvidara:
"Si desciendes a Egipto
y logras traer la perla única,
la que está en el fondo del mar,
cerca de la serpiente sibilante,
[entonces] vestirás de nuevo tu túnica brillante
y la toga que cae por encima de ella,
y con tu hermano, el más próximo a nuestro rango,
serás heredero de nuestro reino."
Así comienza EL HIMNO DE LA PERLA, quizás la primera versión de tantas otras escritas sobre la historia que nos cuenta EL REY LEÓN.
Otra, mas conocida pero abreviada, es LA PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO.
Diversas expresiones de ideas difundidas por el propio Platón, que el mismo tomó de fuentes orientales.
Y aún antes, el Mito de Horus, vengador de su padre Osiris, muerto por su tío el dios egipcio Set.
Porque esta historia, aprovechamos para aclarar, no trata sobre el mensaje ecológico de que "todo está conectado" en el Ciclo de la Vida, ni sobre la Filosofía del "vive y deja vivir" resumida en el Hakuna Matata.
Se trata de un Mito, de ahí su éxito universal, uno de raigambre GNÓSTICA que quiere expresar la preexistencia del Alma, su encarnación o caída al mundo material, nuestra realidad, y su posterior regreso al mundo celeste al que pertenece.
Hechas estas aclaraciones, que espero les hagan disfrutar a otro nivel de la película, no queda mucho más que decir sobre el remake de Favreau.
Lo mejor que se puede decir es que CASI no ha alterado la historia ni su contenido simbólico y espiritual: Las Hienas deben ser solo tres, pues representan a las Furias del Hades, y Rafiki mucho mejor si conserva su cayado toda la peli.
Se trata de un remake plano-por-plano con apenas media docena de líneas de diálogo nuevas y una insulsa canción de quince segundos añadida.
Se pierde, por supuesto, la expresividad y LA FANTASÍA de los dibujos originales. Y es que no hay cosa más contradictoria que querer representar el mundo espiritual a base de añadir "realismo".
Pueden ustedes acudir en masa a llenar de billetes los bolsillos de Disney, con suerte los utilicen en hacer más pelis Marvel y menos remakes.
Pero el efecto de ver esta película es igual O PEOR a ver de nuevo la original.
Vivimos en un mundo en que ni siquiera los mensajes celestiales están libres de la explotación comercial.
MIREN A LAS ESTRELLAS Y...¡RECUERDEN!
No hay comentarios:
Publicar un comentario