Pero también sobre lo que cuesta hacer verdaderos amigos, y lo difícil que es muchas veces encontrar almas afines, y la facilidad con la que todos conocemos a personas que, bueno, digamos que no acaban de estar muy bien de la azotea.
Una joven camarera de Manhattan encuentra un bolso olvidado en el metro. Acaba de perder a su madre por lo que está especialmente vulnerable, y va a establecer una naciente amistad con la madura y agradecida propietaria del olvidado objeto.
Sin embargo, un oscuro descubrimiento la hará desconfiar de las verdaderas intenciones de su nueva amiga, lo cual motivará que intente separarse de ella por todos los medios.
Buena parte de la película, pues, resulta en una versión actualizada de "Atracción Fatal", con una Isabelle Huppert que acaba siendo no solo tan terrorífica como aquella Glenn Close que se aún alzaba de la bañera medio ahogada, sino que bien puede competir con algunos de los más famosos PSICÓPATAS del celuloide.
No contamos más.
Símplemente recalcar lo INDEFENSOS que podemos llegar a estar ante la Ley frente a verdaderas amenazas de desequilibrados y otras hierbas...
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