martes, 10 de abril de 2018

HISTORIA DE LOS REYES DE BRITANIA, POR GODOFREDO DE MONMOUTH

Poquito a poquito, este devoto de la Materia de Britania va llenando los enormes huecos en su afición y tornando la potencial afición en actuales lecturas.

Oportunamente ha aparecido esta edición de la Historia de los Reyes de Bretaña, el primer gran libro en recoger las hazañas del Rey Arturo y su corte de Caballeros.


Geoffrey de Monmouth no es ni mucho menos el inventor del personaje: se nota perfectamente que los personajes y sus historias ya existían en una forma bastante desarrollada cuando el los recoge, pues no los presenta, sino que los nombra ya como famosos: sean Kay, Bedevere o Gawain.


Si Virgilio tramó unos orígenes troyanos para el pueblo de los Romanos, Geoffrey no quiere ser menos, y es capaz de retrotraer los orígenes de los Britanos hasta Bruto, uno de los personajes de la Eneida y descendiente de su protagonista, Eneas.

Así, en una arquetípica cópula, los orígenes del ideal Camelot, cuyo final también nos mostrará Kirby entre sangre y fuego, se remontan a la ciudad fantástica por antonomasia: La Troya de La Iliada, demasiado gloriosa para sobrevivir a su propio Ragnarok.


La historia avanza a través de los siglos, encadenando Reyes britanos con hechos bíblicos y la historia de Roma, batalla tras batalla, con una fantasía épica que R. E. Howard envidiaría, y que seguro inspiró buena parte de sus obras.

Encontramos en sus páginas también la recolección de la historia del Rey Lear y su hija Cordelia, siglos antes de que Shakespeare diese su versión.


Las invasiones Sajonas están representadas por Hengist y Horsa, personajes seguramente míticos -dicen que inspirados en los Dioses Gemelos indoeuropeos- que hubieran jugado un papel importante en las historias de J.R.R. Tolkien si hubiese mantenido su plan inicial: el de enlazar los relatos de El Libro de los Cuentos Perdidos con la historia de Inglaterra, en lugar de trasladarlos luego a un mundo secundario de fantasía.


Geoffrey es el primero en escribir un impresionante pasaje conocido como Las Profecías de Merlín: El Hijo de un Demonio no solo adivina que dos dragones son los que se esconden bajo su Torre, sino que cae en un profundo trance y profetiza todo el futuro de su nación en unos tono apocalíptico que pronto se vuelve indescifrable, profecías que sin duda fueron estudiadas por muchos monarcas britanos como verídicas por siglos.


Y así llegamos a Arturo, convertido en defensor de la Britania Católica frente a los paganos invasores, que no solo reunifíca el reino sino que marcha contra el mismísimo Imperio Romano y ejército de todos sus aliados, de Egipto hasta Hispania, llegando a las puertas de Roma. ¡Una campaña que ríete tu de Game of Thrones!

Mucho habría que añadir luego a sus leyendas, y hay tanto en este libro que la historia ya conocida de Arturo resulta casi anecdótica en comparación.

No podemos dejar de añadir que se trata de una traducción de Luis Alberto de Cuenca que realiza un erudito prólogo que satisfará a los más exigentes bibliófilos, y que ya nos pone sobre la pista sobre futuras obras a perseguir, cual personal Grial.


PULP FACTION, Quodam et Futurus.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusta mucho la ilustración final. ¿Ese es Arturo jovencito? Es que tiene una pinta de Mordred...

Ah, si te van las pelis de tiburones, ya tenemos trailer de THE MEG con Jason Statham. Como en muchas otras adaptaciones, podrían haberse ahorrado los derechos del libro tan sólo cambiando el nombre del protagonista.


Krueger

PEDRO ANGOSTO dijo...

No, la ilustración es de un joven Merlín y su profético encuentro con Vortegrin -o Vortigern-.

Alonso Rafael Lizaraz Sánchez dijo...

Aprovechando el día libre para actualizarme en tu blog Pedro y me encuentro con esta exquisita lectura!!

Muy de acuerdo también con que la última ilustración está genial!!