¿DEBE RESUCITAR JEAN GREY...? (III)

Me vais a permitir que vuelva sobre este tema que ya planteamos. No se cómo pero el otro día se me pasó por la cabeza de nuevo, y no acabo de comprender este peculiar sacrificio de Marvel.

Pero de repente se me ocurrió, y es lo que quiero compartir, que la pobre Jean en realidad sólo emergió como personaje en la misma historia en la que murió originalmente.

Durante la primera encarnación del grupo casi se puede afirmar que fue el personaje más plano y olvidable de los cinco fundadores. Salvo por este subargumento a lo "Lolita" en el que el Prof. Xavier revelaba estar enamorado de una chica que, como mucho, tendría 15 años, y que fue rápidamente olvidado por Stan Lee. Luego se recuperaría como el germen de su lado oscuro (uno de ellos), Onslaught.

Pero la verdad es que pocas féminas de Marvel fueron tan anodinas en los 60 como esta pelirroja. Simplemente la novieta de Scott, que si acaso le dio algunos celos con Warren. Punto.

Con la llegada de los nuevos X-Men Jean continuó en el grupo pero con bastante poca importancia, una secundaria hasta que se transforma en Fénix.

Y aún entonces, aunque salva el Universo en la aventura del Cristal M'Kram, pronto queda separada del grupo principal y se pierde algunas de sus mejores aventuras.

Y el resto es historia, una Jean de vacaciones es cortejada por Jason Wyngarde, Mastermind, e inducida en el Hellfire Club como su Reina Negra.

En los tiempos, previos a su resurrección, en la que era la verdadera Jean -y no la fuerza Fénix suplantándola- la que protagonizaba este proceso, pienso ahora que la historia no podía ser más rompedora y trágica a la vez.

Quizás un relato moral sobre los peligros de ahondar en el lado oscuro de la psique humana. Todos los grandes monstruos, psicópatas, genocidas, pervertidos han sido en algún momento personas más o menos normales, al menos en apariencia. No son monstruos, son simples HUMANOS. Humanos que albergan esos arrasadores apetitos que, como en el caso de Jean, sólo necesitan un mínimo empujón para ser desatados de manera incontrolada e incontrolable.

Así fue al menos con Jean: de niñita modosa y sumisa, a dominatrix sádica y torturadora, enfrentada a sus amigos, y a devoradora de estrellas, poseída por el lado "thanático" de la sexualidad.

Su suicidio está entre lo heróico y lo patético, aterrada de que pueda de nuevo perder el control, incapaz de controlar los fuegos que han sido despertados en su interior. "Del agua mansa líbreme Dios..."

Así que en realidad a Jean la conocemos y apreciamos mucho más tras su retorno al mundo de los vivos en X-Factor y demás aventuras. Incluso a través de su clon Madelyne, que como buen clon acabó convertida en Goblyn Queen.

Es por esto mismo por lo que, a partir de su retorno, se ha jugado a emparejarla con Wolverine, que obviamente, "perro viejo" reconoce perfectamente el lado salvaje de Jean  aún antes de que este se desate, y se ve reflejado en ella, ya que el también es incapaz de controlar sus impulsos asesinos.

En fin, con todas estas reflexiones, y habiendo Jean regresado a la vida, yo sigo sin entender la segunda muerte, salvo por una obvia falta de ideas de Morrison y un mero intento de repetir lo ya manido, para no salirse, al menos en ese hecho, del tono de la serie.

Y sigo sin entender que se mantenga muerto precisamente al personaje que encarna la Resurreción, y que, según os he expuesto, tiene mucho, mucho, mucho que dar todavía y mucha historia por contar.