La versión de la historia de los X-Men según su creador y guía, Chris Claremont, parece que no interesa ya a los lectores actuales de la serie. Lógico, por otro lado, pues poco tiene que ver lo que hacía el bueno de Chris con cómo se manejan ahora los mutantes.
Además, con la marcha de Grummet del grupo y la milagrosa recuperación de Mike Grell como dibujante la serie era poco más que un chiste editorial. Descanse en paz.
Y a Claremont le deseamos ya una merecida y plácida jubilación, pues un poquito difícil que lleguen nuevos valores al mercado si los que criaron fama se echan a dormir sobre sus respectivas series.
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