Anderson es un creador de ambientes y mundos, un cine de una estética arrolladora que aunque parezca reproducir la realidad tiene fuertes tiente surrealistas. En la onda, para los espectadores españoles, de lo que hace Javier Fesser o Jose Luis Cuerda.
En este caso inventa una localidad francesa de post-guerra y a su peculiarísmo periódico. Baste con decir que a su director lo interpreta Bill Murray, que ya con un par de cameos marca el tono de la película.
Formada por diferentes segmentos compuestos por los artículos periodísticos de los de antes -de esos en los que aún hacía falta tener algunas nociones de cómo redactar- narran diferentes historias más o menos en tono de comedia, pero de la inteligente, no de la de Gracita Morales.
La película cuenta con un cast all-star de actores y actrices que parecen encantados representado a todas esas personalidades caricaturizadas que les permiten ejercer sus capacidades actorales al máximo.
A mi se me hizo un pelín larga, pero no cabe duda de que los amantes del cine diferente no deben dejar de probarla.
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