martes, 22 de diciembre de 2020

FANTASMAS: LOS VIEJOS TERRORES NUNCA MUEREN

Desde tiempos de Dickens, la Navidad ha sido proclive a las apariciones fantasmales, y a la lectura de sus relatos, una tradición que muchos buscan renovar estos últimos años, la de leer este tipo de cuento en la Nochebuena. 

Suponemos que lo mismo vale leer cómics, y por eso les aconsejamos no dejen pasar este.

 

Magnífica recopilación de cómics de los años 50, parte de la misma serie de monográficos de terror que publica esta editorial, lo primero que salta a la vista es la versatilidad de los guionistas para, en pocas páginas, ofrecer muy distintos enfoque de las historias de fantasmas, en todas las épocas y lugares.

 

Otro dato curioso es como, dentro de que los especialistas podrán diferenciar a cada artista -los que aparecen identificados, pues aún no se había implantado entonces acreditar los trabajos- los dibujantes mantienen un estilo muy similar, no solo en la narrativa y diseño de página: También en el dibujo.

 

Hoy en día los artistas parecen más interesados en marcar territorialmente su individualidad sin pasar por las demandas de un estilo que, por la cuenta que les trae, debe ser sobre todo CLARO Y COMERCIAL, según las estéticas del momento.

 

Otra delicia del pasado son los diferentes narradores sobrenaturales de esas historias, un juego de metaficción delicioso hoy perdido también en favor de la narrativa en primera persona.

 

Pasar las páginas de este volumen supone un regreso a todo lo que amamos de los cómics en nuestros inicios como lectores, un mágico universo de cuatricomía aderezado además con las espectrales apariciones de toda clase.

Y, como ideal complemento, algunos testimonios sobre apariciones fantasmales y una espectacular galería de portadas. ¡Échenle mano antes de que se disuelva en ectoplasma!

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