martes, 9 de julio de 2019

RAY BRADBURY, HUMANISTA DEL FUTURO, POR JOSE LUIS GARCI

Hay dos clases de libros: Los que uno se termina por deber, por que ya lo tiene y es feo dejarlo a medias, y aquellos que a las pocas páginas nos enganchan y devoramos con sorpresa y placer, admirados y encantados por su contenido, como si fuera precisamente lo que debemos aprender y descubrir en un preciso momento.

Este, claro, es de los segundos.


Se trata del primer estudio serio sobre la obra del legendario escritor de Ciencia-Ficción, guionista de cine y, ya en su madurez, figura creativa en mil y un campos, RAY BRADBURY.

Y lo prácticamente increíble es que lo escribiese un español, y lo publicase por primera vez en los años SETENTA. ¡Para que luego ninguneen al fandom español!

Ese español era el joven Jose Luis Garci, que ya apuntaba maneras antes de convertirse en premiado director de cine y en añorado formador de toda una generación de televidentes en el amor al cine más clásico gracias a sus programas televisivos.

Ahora Hatari Books, el nuevo sello cinematográfico de los Cowboys de Medianoche recupera este volumen, y no podemos estar más agradecidos.


Leyendo las inspiradas, casi poéticas palabras que el autor dedica a su admirado escritor, lamentamos doblemente no tener ningún algún don que el u otro admirador pudiera cantar de manera tan encantadora y envidiable.

Garci, contando entonces con meros retazos de la vida del autor, recrea la infancia en el pueblito de Estados Unidos en que nació Bradbury a través de los relatos en los que este luego lo evocó, sumergiéndonos desde el comienzo en una América que, quizás por medio imaginada, nos suena mucho más real y vívida.


Igualmente ocurre con la posterior mudanza de Ray a Los Ángeles: Garci -por confesión propia en la entrevista inicial- nos pasea por sus bulevares con sus propios ojos de españolito que ya había idealizado las proezas cinematográficas del Hollywood de la Edad de Oro.

Nos agrada inmensamente redescubrir que, tras sus primeros contactos con el naciente fandom; fue ni más ni menos que el posteriormente legendario editor de la Silver Age de DC Comics Julius Schwartz el agente literario que introduciría por fin los relatos de Bradbury en los círculos profesionales de revistas de Ciencia-Ficción.


En cada detalle en cada comentario, en cada anécdota real o imaginada de su vida, el autor hace hincapié en que los relatos de Bradbury -más proclive a destacar en estos que en grandes novelas- se encuentran encerradas sus propias vivencias, a menudo infantiles, y que por lo tanto toda la Fantasía y la Ciencia-Ficción está sujeta a un realismo de base que convierte sus reflexiones sobre el género humano en universales, y ese es el gran valor de la literatura de este tipo.


Tras los duros años de abrirse paso en la profesión, con los consiguientes traspiés, vendrán las primeras recopilaciones de sus relatos, el éxito, la adaptación más o menos afortunada y la creación de las obras por la que todo el gran público lo recuerda: Crónicas Marcianas y Farenheit 451, cuyas adaptaciones son también evaluadas.

Bradbury también intervendrá en el guión cinematográfico de Moby Dick, demostrando la versatilidad de un autor que ha velado durante décadas sus armas de escritor en todo tipo de relatos.


Para Garci, son las recopilaciones de relatos la obra cumbre del autor, y no duda en criticar las posteriores producciones de este como algo carentes de la inspiración inicial. Dandelion Wine o The Illustrated Man serían sus puntos álgidos.

A analizar el postrero dedica la segunda parte del libro, que nosotros hemos optado por no leer aún, hasta haber disfrutado de los relatos en si; pues no hay mayor elogio que podamos hacer a este libro que revelar como sin duda nos ha contagiado la pasión por Bradbury.

¡Y es que no solo hay que memorizar, como en su Farenheit, los grandes clásicos, sino que las obras de análisis y crítica son aún más importantes para la continuidad de la Literatura!


P.D.: Otro de los descubrimientos que hemos hecho con este imprescindible libro es que sin duda fue en The Illustrated Man donde Julius Schwartz se inspiró para crear a uno de los tempranos enemigos de Green Lantern, el villano The Tatooed Man, con el poder de convertir en realidad cada uno de los tatuajes que cubrían su cuerpo.

Un pequeño homenaje al autor con quien mantendría una amistad hasta el final de sus días.

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