La dedicatoria de Munuera a Errol Flynn, Burt Lancaster y Douglas Fairbanks revela inmediatamente que esta es una "Labour of Love" en donde el autor ha volcado toda su admiración por el universo cinematográfico de la piratería.
Sin duda el lector podrá reconocer a los buenos muy buenos, malos muy malos y demás secundarios cómicos muy...secundarios de las películas clásicas.
Ahora, puesto que principalmente el cómic se ha realizado según los gustos de su creador, conviene que no naufrague en la autocomplacencia: Por el tono humorístico de muchas escenas (entre las que se cuela alguna con sorprendente lectura erótica) suponemos que este es un producto dirigido a unos lectores infantiles-juveniles.
Pues bien, este tipo de lector me atrevo a aventurar que va a tener dificultades para seguir el argumento, sobre todo si ha adquirido el primer tomo: Hay en este volúmen cinco tramas diferentes, que no son propiamente introducidas para nuevos lectores, pues continúan del anterior, que no interactúan entre si, que no concluyen tampoco de ninguna manera narrativamente satisfactoria y que para colmo se ven interrumpidas por tres o cuatro escenas de flashback más sobre el pasado de unos personajes que solo conocerás si tienes el tomo anterior.
En la mente del autor, por supuesto, que se sabe al dedillo toda la vida y milagros de sus personajes, todo encajará. Pero sus púberes lectores se van a encontrar al menos tan despistados e insatisfechos como el cuarentón que les escribe.
No tiremos a la basura el formato autoconclusivo de los álbumes clásicos y la manera machacona en que se nos presentaban una y otra vez a los mismos personajes. Lo hacían por una excelente razón.
Dicho lo cual, personalmente he quedado totalmente cautivado por el Palacio Piranesi y los homenajes a los grabados de dicho autor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario