Justice League: War ya demostró que adentrarse en las aventuras de New 52 había sentado fatal a la hasta entonces modélica animación DC, siendo una de las peores cintas producidas en toda su historia.
Me temo que la ominosa tendencia solo se afianza con esta segunda entrega
Y esta vez es más difícil echarle la culpa a la mala calidad de los cómics de Justice League y Aquaman en New 52 que adapta, por que, propiamente, no se ha contado como tal el origen de Aquaman en New 52.
Y eso es lo que es esta película: el origen de Aquaman, con la Justice League FORZADAMENTE incluida en la trama. No es, por lo tanto, una película de Justice League. Desde luego, no como las anteriores.
Y contar el origen de Aquaman comenzando por la escena -tomada de la serie de Geoff Johns- de la charla con la langosta es especialmente patético, especialmente tratándose de un personaje cuestionado al que se pretende tornar en franquicia.
Como el Superman de "Man Of Steel", Arthur Curry es un joven con superpoderes pero al que solo le sirven para sentirse solo y alienado. ¡Toma ya!
La JL es totalmente ajena a la trama y solo aparece para que la cinta se venda algo, eso muestra la "confianza" de Warner en su personaje.
Los personajes se siguen peleando entre ellos como si fueran AVENGERS -y no lo son, ni lo deben ser-, Shazam! sigue siendo penoso -no tiene lugar en el grupo-, y solamente Cyborg tiene algo de desarrollo y un papel significativo en la trama.
Si en algo hay que valorar el trabajo de los guionistas de animación es en establecer un origen moderno y completo -mas o menos- de Aquaman, lo cual no ha existido en los cómics desde hace décadas. Aunque no se puede decir que esta versión sea especialmente original o efectiva, al contrario, resulta previsible, manida y con -guiño. guiño, codazo, codazo- "lagunas".
Por ejemplo, la madre de Aquaman, reina de Atlantis, aparece en escena antes de que se nos muestre el flashback en que Arthur recuerda haberla encontrada vigilándola de niño, como una misteriosa mujer submarina. Eso no tiene ningún sentido, pero el resultado de querer mezclar los cómics publicados en New 52 con el origen inédito, resulta en semejantes desastres.
Mera aparece también allí como una atlante de toda la vida, aunque ni una palabra se ofrece sobre sus poderes y por qué los demás no los tienen. Establecer el romance de ambos en la misma historia en la que se narra su origen y además se mete una batalla con la Liga es un exceso total y absoluto.
Ocean Master, Orm, aparece en esta versión como un atlante más, hijo del Rey difunto y que codicia el Trono. Por lo tanto, lo han reducido a ser Loki, con bastante menos gracia.
Y es que, en los cómics, Orm codicia el trono, si, pero no se le ocurre INVADIR LA SUPERFICIE. Ese es el descabellado plan de esta película, que fracasaría forzosamente aún sin la Justice League de por medio, ya que "la superficie" no es el puerto de New York que toma con un puñado de guerreros.
Junto a él aparece Black Manta, aliado de la superficie en sus tramas, y del que no se explica lo más mínimo, solo está ahí para establecer otro villano de Aquaman.
"Misteriosamente" Orm sabe de la existencia de su hermanastro Arthur, y manda un escuadrón a liquidarlo. ¿Acaso teme que Arthur Curry descubra sus orígenes atlantes, si no lo ha hecho en los 25 años anteriores?
Fracasan, claro, y a continuación aparece una nueva oleada, esta vez compuesta por las criaturas de The Trench, de las que tampoco se ofrece explicación alguna.
Tampoco se destaca en absoluto el que Arthur Curry pueda nadar a supervelocidad, o resistir las profundidades, etc, etc... De hecho, para un monstruo marino que aparece, es Superman el que lo acaba derrotando, y no la telepatía de Aquaman (al que acaba bautizando ni más ni menos que Shazam!).
Esta escena, tomada del cómic "War" es el gran momento de la película, cepillándose a Black Manta cual Parademonio.
La Justice League, además, no es especialmente efectiva combatiendo atlantes, Wonder Woman sigue soltando frasecitas ridículas y Superman, por supuesto, amenaza a lo Clint Eastwood con usar sus visión calorífica.
Especialmente ridículo es el momento en que Ocean Master lanza un relámpago que transforma a Shazam! en Billy Batson.
Al final el villano es derrotado por su propia confesión y los atlantes aceptan sin rechistar a Arthur Curry, un completo desconocido, como Rey.
Toda una sucesión de disparates increíbles que se hacen mayores ahora que los voy enumerando. Ciertamente, el tipo de "narración" al que nos tiene acostumbrado New 52. En eso, han triunfado.
Se nota, además que produce Alan Burnett y no directamente James Tucker, que si supervisa, es de lejos (quizás incluyó el "Outrageous", único guiño para los más fieles). Compresible.
Si de algo sirve esta película es para advertirnos de nuevo de lo complejo que es hacer funcionar BIEN a un equipo de personajes, y además insertar cosas extrañas en una trama. Lo digo por "Dawn of Justice".
Aconsejo repasar los episodios que presentaron a Aquaman en la serie de animación Justice League para obtener las más odiosas comparaciones.
Por lo demás, nos toca esperar a la anunciada "Gods and Monsters" a cargo de Bruce Timm, a ver si allí se conservan las "esencias" de la casa.
3 comentarios:
esto me sirvió a mi para tomar mis precauciones, para dawn of justice, creo que va hacer lo mismo, van a jugar a los guiños, hechos incongruentes, errores garrafales y por último un par de escenas palomiteras, en donde superman y batman se agarraran a golpes y listo, venta segura.
Sebastian O
El estudio de animación de DC vale poco y nada sin Bruce Timm en el timón. Fue justo cuando este renunció que las películas animadas de DC entraron en declive. De hecho se podría hablar de una decadencia de la animación en general, hoy en día DC se llena de dinero con Teen Titans Go luego de haber cancelado shows que en realidad eran un aporte.
Bruce Timm era un genio, bueno, puede que este exagerando un poco, pero no me pueden decir que el hombre no tenía talento. Como productor en el departamento de animación de DC le dio nueva vida a personajes icónicos y ayudo a encantar a un público nuevo y joven.
Bruce Timm recordaba que los superheroes no son solo trucos de marketing para vender mercancías.
La verdad, es que la única JLA que me ha gustado es la versión cómica de Giffen/ de Matteis
Ni siquieras la etapa de Grant Morrison, que siempre empezaba muy bien sus historias y las acababa en 2 páginas diciendo que era un sueño,Morrison es como Jodorowsky, empiezan con interés y al final parecen aburirse y las rematan abruptamente,con horribles dibujos de Howard Potter, cuyos personajes parecían estar hechos de plastilina
Victor Hdez
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