Unos "de fábrica", otros impuestos por la vida, algunos fruto de mis propios errores y malas elecciones.
Este año tocó "abrir la Caja" y de ella ha salido una aventura tan épica como ridícula, gloriosa y terrorífica, más una letanía de contrarios, que son los que componen al contradictorio ser humano, con un pie en el suelo y con la cabeza -¡y el alma!- en el Cielo.
Saturno -el pasado y sus siniestras herencias- no ha devorado a su hijo, y eso ya profetiza su derrota. Al menos, aquí seguimos.
No solo en el ensayo sobre Sandman encontramos Esperanza, sino en esos excelsos amigos de los que disfrutamos y a los que de nuevo damos las más sentidas gracias y pedimos disculpas cuantas veces sea menester.
A los Dioses ya los conocíamos. Ahora, nos conocemos un poco mejor a nosotros mismos y, por lo tanto, al mundo y a los demás.
Eso debería hacer el año que viene muchísimo mejor.
Continuamos nuestro camino con renovadas fuerzas y confiando que nunca nos lleve demasiado lejos de quienes nos han acompañado hasta ahora.
Un abrazo, no faltéis en el triunfo, pero aún menos en los fracasos.
"POR LOS AMIGOS PRESENTES,
LOS NUEVOS DIOSES,
LOS AMORES ETERNOS,
Y LA ESTACIÓN...DE NIGGLE-PARISH.
Y QUE TODOS REBOSEN DE DONES Y BENDICIONES,
AÚN CUANDO NO LOS MEREZCAN."
Llevo seis meses esperando una gran apoteosis que celebre que soy -como todos- "Des-graciado, pero aún no Destronado", en palabras de Tolkien.
Fallo de cálculo mío, que seguramente ando iniciando mi camino en lugar de culminarlo.
En cualquier caso, persiguiendo nuestros sueños, cantamos con Hércules y las Musas:
"I will search the world, I will face its harms...
'Till I find my Hero's wellcome waiting in your arms."
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