Nuestra generación lo descubrió, claro, cuando aún era políticamente correcto dar puñetazos a Nazis al ritmo de la marcha de John Williams, con las aventuras de Indiana Jones.
Por lo tanto no faltan en el libro Griales, Lanzas de Longinos ni Arcas de la Alianza.
Por cierto que, gracias al autor, descubrimos que el tal Longinos -cuyo nombre, claro, significa lanza- es mencionado en el Mio Cid en una oración de Jimena, donde se alude a que es ciego.
Nos atrevemos a apuntar que esa sorprendente cualidad en un centurión es un "guiño" o contaminación al también ciego dios nórdico Höder, el que pone en marcha el Ragnarok cuando, a sugerencia de Loki, lanza una ramita de Muérdago -el talón de Aquiles de Balder, la única planta a la que su madre no rogó que no le dañase- que lo mata -y a la vez, lo exime de perecer en el Ragnarok.
La herida es la misma, y la lanza proviene del Tirso puntiagudo con el que las Bacantes ejecutan a Orfeo.
El repaso de cómo la pantalla ha reflejado las locuras del nazismo -que, a decir nuestro, y como apuntaba Robinson en su cómic The Golden Age, en realidad servían a dioses más oscuros que los asgardianos- se extiende al cine alemán producido durante esa funesta etapa, y así podemos aprender cosas sobre su cine de montaña, el de espías, mediums y videntes, y toda clase de apariciones de sus dirigentes, como el rijoso Goebbels de La Niña de Tus Ojos.
Los Cohetes de Von Braum, las zanahorias con hormonas femeninas del Fuhrer, las drogas que tomaban los soldados, femómenos paranormales, radiestesia y hasta nuestro añorado Padre Pilón (un personaje que no hubiese desencajado en una versión española del BPRD de Mignola) se dejan caer por estas páginas.
Hellboy, Rasputin y demás no pueden andar lejos, en su lucha contra la Ahnenerbe.
Pero entre demonios, dioses, dinosaurios, reinos polares escondidos también hay lugar para las películas de la "Casablanca-plotation", con Sabu y hasta Sarita Montiel.
Incluso hay un capítulo dedicado a los cómics, donde por cierto a nuestro tocayo se le ha pasado reseñar nuestro Círculo Justiciero, y el ejército nazi de los Muertos que Runemeister invocó usando el Caldero Celta de la Resurrección, nuestro primer pastiche de la Justice Society, inspirado de nuevo por las andanzas de ese héroe pulp apodado como su perro.
¡No pasa nada, nos chivaron ayer que los están liquidando en el Alcampo! ;-P
Y es que estos temas nos cautivaron y nos cautivan aún hoy en día.
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