En mayo han aparecido los dos primeros tomos y el autor, versatil y creador de tono y estilo diverso, ya ha publicado otro más.
La verdad es que, a pesar de no entrar en el target ideal de lectores, me lo he pasado bomba leyendo las dos aventuras que contiene. En una, el origen de Batcerdo, mordido por un colega murciélago que resulta -¡como no!- se radiactivo.
En la otra su némesis, la Carnicera, descubre que puede dejarlo sin poderes si le hace oler panceta frita.
Todo eso, un pez que no sabe guardar secretos y un lagarto que se transforma en gigante por haber comido cheetos con coca-cola...¡Cuidado!
Lo entrañable de la historieta no es lo que cuenta -aquí "spoileado"- sino como lo cuenta, los dibujos, los diálogos, los gags gráficos, etc...
Un cómic con el que no solo te diviertes sino que percibes lo bien que se lo ha pasado el creador confeccionándolo. Y solo eso, te alegra el día.
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