viernes, 17 de diciembre de 2021

SPIDER-MAN NO WAY HOME: AMARÁS A TUS ENEMIGOS

(NO CONTIENE SPOILERS.)

Como somos fieles creyentes en que en hacer reseñas QUE NO CONTENGAN SPOILERS, tampoco hay demasiado que os podamos contar de esta cinta. 

Obviamente fin de ciclo de esa primera trilogía de películas, los guionistas han tenido bastante trabajo a la hora de resolver no solo el problema de la identidad secreta sino todos y cada uno de los arcos de personajes de los protagonistas de la franquicia.


Hacer esto y a la vez combinarlo con las consabidas visitas de personajes del Multiverso es una tarea ciclópea en la que creemos que han cumplido pero de una manera un tanto apresurada que no acaba de aprovechar las premisas y posibilidades sobre las que se construye el argumento. 

 Y es que, en cuanto te metas con el Multiverso, las posibilidades son realmente INFINITAS.
 

Tener que aglutinar en una sola cinta las consecuencias de la película anterior, los desarrollos de la presente, plagada de personajes, las "sorpresas" del último tercio de la cinta más la coda a toda esta etapa da lugar a un guion que si bien cubre todos esos estratos a veces pasa por ellos de puntillas, o directamente desaprovecha el potencial de sus propias premisas. 

A la película por tanto le pasa los mismo que hubiese ocurrido si Marvel Studios hubiese intentado contar Infinity War y Endgame en una sola cinta. Aquí también había material para dos películas.
    

Dicho lo cual, hemos disfrutado viendo al nuevo Spider-Man enfrentado a viejos enemigos que ni siquiera conoce. 

No todos, claro, brillan por igual, pues siendo tan fieles a sus apariciones originales, el Lagarto, Sandman o Electro -aún versionado- no dan para mucho y quedan eclipsados por las -un tanto previsibles- actuaciones de Molina -que está brillante- y Dafoe.
   

En ese maremagnum lo que más apreciamos es la decisión de Peter de no resolver los problemas a trompazos y, en lugar de eso, intentar vencer al destino aciago que aguarda a sus enemigos, le cueste lo que le cueste. 

Su sacrificio personal nos recuerda ese precioso versículo evangélico con el que se inicia la narración de la Pasión: "Y, habiéndolos amado, los amó HASTA EL EXTREMO". 

Ese es para nosotros el hallazgo del film, uno que debería tener consecuencias para el personaje y para el resto de superhéroes, sobre todo aquellos que optan por romper cuellos o ametrallar a todo lo que se les pone por delante.
   

En cuanto al tono, todo acaba siendo quizás demasiado oscuro para tratarse del personaje de Spider-Man. 

El tipo de narrativa superheróica suele someter a los personajes a periódicas tragedias, pero hay un humano límite a estas, aún para las criaturas de ficción. 

Y aquí los guionistas, buscando tanto cerrar el ciclo como hacer un guiño a los aficionados más clásicos que se han quejado de las diferencias de este Spider-Man con el de los cómics, " se saltan el tiburón" para devolver al personaje a sus raíces comiqueras. 

 El peso de la comedia, que no falta -con brillantes diálogos que habrá que ver varias veces para apreciar totalmente- lo llevan el Dr. Strange y Ned y MJ, pero eso solo resalta que Peter Parker es empujado a lugares demasiado oscuros, como si se tratase de la versión noventera del personaje.
   

No queremos spoilear las sorpresas y diversión de la cinta, pero no dejamos de acusar que cuando estas se producen lo hacen de una manera un tanto anticlimática -apenas hubo reacción entre los espectadores- y los visitantes pudieron haber ganado bastante en caracterización ALTERNATIVA y un background más individual y definido, al que a penas se hace mención en una sola frase. 

De lo contrario, quitadas las escenas de acción, todo queda en un "cameo glorificado". 

 Es como si en What If... hubiesen presentado al grupo de Guardianes del Multiverso sin contar antes sus historias individuales.
    

Pero para aquellos que tenían problemas con la versión del MCU de Spider-Man, anunciar que próximamente habrá un "back to the basics" que hace borrón y cuenta nueva con todo lo visto hasta ahora.
    

Nos ha parecido brillante la manera en que los guionistas juegan con las expectativas sobre la participación de cierto personaje visitante de uno de los universos, ya claramente alternativo en la escena post-créditos.
   

Y bueno, volviendo al tema principal, la película realmente tiene dos partes, al menos para el Doctor Strange, pues continúa en Multiverse of Madness. 

 Esperemos que Marvel tome buena nota y en la nueva película de un poquito de más papel y sustancia a los personajes multiversales que allí recupere.

PS: Jameson solo tiene gracia si lo cruzas realmente con Peter Parker. Otra presencia meramente testimonial en la película. Había que haber dado otro par de vueltas al guión...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Quizás en la sala de críticos no hubo reacciones pero en las que yo fui, aplaudieron hasta cuando aparece el Hombre de Arena