miércoles, 20 de marzo de 2019

BEL CANTO, LA ÚLTIMA FUNCIÓN: EL ESTADO VS. LA PERSONA

Un empresario millonario japonés aficionado a la Opera acude a un país sudamericano para hacer posibles negocios. Para recibirlo, contratan a una cantante que de un concierto privado en una embajada.

En ese momento, revolucionarios los cogen como rehenes demandando que suelten a los presos políticos del país y entreguen a un presidente que se parece demasiado a Fujimori.


La película narra los días de cautiverio y como los jóvenes revolucionarios y los rehenes acaban confraternizando dado su forzoso aislamiento, en incluso surguirán romances entre algunos de los personajes.


Se trata de mostrar la responsabilidad de los poderosos en la situación de los desheredados, y de demostrar que los "terroristas sanguinarios" también son personas con sentimientos, capacidades y esperanzas.


Todos unidos por el lenguaje universal de la música, que quizás debería usarse más en conflictos como el que se refleja en la película.

Frente a la hermandad básica de captores y captivos, el Estado y sus "razones" se alzarán como la Gran Bestia.