Continuando la historia establecida en EL BOTONES VERDE CAQUI, nuevas amenazas acechan en una deprimida Bruselas de post-Guerra.
Tentemos a los lectores de superhéroes primero, contándoles que este argumento ha acabado siendo un sincrónico homenaje a Black Panther, pues bebe de las mismas fuentes Pulp que este personaje y desemboca en los mismos reinos perdidos legendarios del África Negra.
De allí proviene la felina protagonista y estos misteriosos totems que se pasean ciclópeos por los tejados de la ciudad del ahora deprimido y alcohólico botones.
Lo maravilloso de la historia es como los autores consiguen mezclar el humor y aventura acostumbrados de esta serie con temas y momentos absolutamente adultos, cuando no siniestros, y salir no solo airosos del resultado, sino que además convierten este doble álbum en una apasionante lectura que se devora.
También con los ojos, pues el dibujo si es posible mejora, combinando también los trazos de la línea clara con otro detallado estilo que se deleita en el detalle histórico de ambientes y escenarios, haciendo de cada viñeta y de los objetos o vestuarios que contiene un pequeño placer que no queremos que acabe nunca, aunque debamos avanzar en la divertida lectura.
En la segunda parte, siguiendo sin duda los pasos de Tintín, Spirou y sus compañeros se van al Congo, y no precisamente de Safari.
Como decimos los temas más controvertidos y candentes del Congo Belga son incluidos en una crítica visión que no se casa con nadie.
Mencionar también la aparición de personajes históricos como el parisino filósofo Sartre cuyas esdrújulas sentencias acaban recibiendo el tratamiento que muchos "pensadores" de esa época y posteriores merecen.
Cálcense el salacot y sumérjanse esa agobiante selva urbana belga y en el Congo más negro y retorcido de la mano de Spirou, dejándose sorpender por las infinitas bondades de este tomo que no debe faltar en la estantería de cualquier aficionado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario