Termina la trilogía de aventuras protagonizada por la hija del Capitán Nemo.
Si el anterior ciclo se centró más en los inmortales Mina y Quatermain, en esta triple saga Moore ha querido recrearse en un personaje propiamente creado por el, esta extensión del Nemo original que acaba siendo mucho más temible que su propio padre.
Y aquí nos ofrece un tercer y postrer capítulo de su biografía, con una Nemo casi senil, que no quiere marcharse de este mundo sin librar a este de su enemiga Ayesha, la misteriosa reina africana inmortal de Haggard.
Así, con estos saltos adelante y atrás en la cronología, el mundo de la Liga de Extraordinarios Caballeros sigue creciendo, expandiéndose y detallándose, y cuando creemos que ya tenemos más o menos dominados a los protagonistas y sus fuentes originales, Moore siempre nos deja de nuevo por ignorantes descubriéndonos nuevos horizontes.
Aventura tras aventuras el "Hiper-mundo" que incluye a toda la ficción posible va definiéndose y aunque los personajes nuevos no paran de llegar, a la vez las generaciones de los personajes originales y los inmortales que pululan en la serie pasan a contar sus propias historias, mostrando claramente la particular visión que Moore quiere dar de todos estos personajes.
Y esa es una en la que, a pesar de los enfoques adultos y la infinita complejidad y detalle de este mundo el humor, prácticamente absurdo, no deja de estar presente.
Así, en esta ocasión Moore nos da su particularísima versión de la película Los Niños del Brasil, aunque en vez de clonar a Hitler allí han hecho... ¡Bueno, mejor lo leéis!
Moore no deja de encontrar un lugar personajes olvidados como el fortachón original del cómic, Hugo Hercules, o las beldades nazis protagonistas de cómics eróticos en los '70.
Todo ello entre civilizaciones perdidas en el Amazonas, y una imprescindible visita a la Tierra de Maple White, donde se desarrolla la acción de El Mundo Perdido.
Nazis y Dinosaurios: Nuff' Said!
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