Sorpresa, sorpresa: Ni con la llegada de Bobillo ha tenido tiempo Pearson de terminar esta aventura.
Pero mira, "no hay mal que por bien no venga", Bradshaw salta así a primer plano convertido en el heredero de Arthur Adams.
Y como Adams dibuja muy, muy, muy despacito y encima cosas escritas por Loeb, pues viene muy bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario