Repasemos: Annihilation, Anihilation:Conquest, War of Kings, Realm of Kings y así llegamos a Thanos Imperative, la penúltima saga "cósmica" de los personajes "cósmicos" de Marvel.
El denominador común son TODOS los personajes espaciales del catálogo Marvel enfrentados a amenazas de esas que ponen en peligro TODO EL UNIVERSO, así, a la vez. De esa manera, con más gente que en la Guerra (la Kree/Skrull), es bastante difícil la caracterización y diferenciación de cada personaje, y es aún más difícil, esto es, totalmente imposible, que el lector tenga sensación de peligro alguna (y por lo tanto interés) cuando los personajes salen de una "Guatemala cósmica" para meterse en una "Guatepeor"...
Canceladas además las series y miniseries paralelas (Nova o Guardianes de la Galaxia), la línea ha quedado reducida a este evento o cadena de los mismos, aumentando aún más el número de personajes espaciales que pretenden mantener el copyright, hacer competencia a los Lanterns de DC o vaya usted a saber qué razones tiene Marvel para mantener esta línea.
El caso es que, ineptitudes de editores y guionistas aparte, esta miniserie ha servido al menos para que Miguel Sepúlveda demuestre de una vez por todas sus capacidades como artista de superhéroes. La mejor prueba de lo singular de su trabajo es que Marvel ha publicado el tomo de tapa dura a un tamaño mayor del habitual, para aumentar el disfrute de sus tremendas splash-pages.
Por supuesto Miguel es un artista relativamente novel y al que queda mucho trecho por andar, pero Thanos Imperative es a su carrera como, no se, Dark Guard fue a la de Pacheco: la promesa de muchísimos cómics muy buenos.
Si Marvel se ha decidido a lanzar la siguiente miniserie, Annihilators, en la que junta (apelotona), de nuevo, a todos los personajes posibles, es sin duda gracias a la capacidad de mover a esos personajes como un grupo de "vengadores espaciales" que ha tenido Miguel. Eng Huat lo va a tener muy crudo para continuar este trabajo.
Basándose en la novela gráfica de la Muerte del Capitán Marvel, D&L traman un siniestro mundo alternativo en el que Mar-Vell no murió pero todo su universo se ha convertido en un "cancerverso" que invade otras realidades, con su propio grupo de oncológicos Vengadores.
Algo hay del grafismo de Starlin en las páginas de Miguel, la herencia del otro Miguel, Miguel Ángel.
Pero sin embargo el uso de esta aventura solo invita a odiosas comparaciones entre el revolucionario, profundo, simbólico trabajo de Starlin hace treinta años con estos personajes y el folletín espacial en el que andan inmersos ahora.
Mundos morirán, mundos vivirán, y el Universo (y los lectores) siguen sin inmutarse...
Lo dicho: agradecer de nuevo a D&A el que hayan dado a Sepúlveda la oportunidad de lucirse (otros no tienen tanta suerte, ¿verdad, Carlos?) y animaos a disfrutad de este cómic despacito, por que su continuación no va a estar a la altura. Es lo que tienen los cómics buenos.
2 comentarios:
Precisamente anteayer me terminé de leer y si bien el dibujo me ha parecido bastante bueno, el desarrollo global no ha terminado de ser de mi agrado.
La idea de mezclar un whatif con la continuidad está muy bien, pero luego el desarrollo es como si todo fuera forzado. Primero esto, luego esto, toca traición, tollinas, y patapán. (por no spoliear mucho)
Me mola la idea de crear un grupo, ya que individualmente no creo que haya hueco para todos, pero no se me termina de ocurrir que amenaza puede ser lo bastante grande para eso, sobre todo después de estar amenazado el universo 4 veces seguidas....
Yo lo he terminado hoy. Me ha gustado mucho el dibujo.
De los guionistas creo que hay demasiado entusiasmo con ellos. Veo muchos fans incondicionales y bien, no es para tanto. Me gustan algunas de sus ideas, me gusta la ciencia ficción así que el lado Cósmico de Marvel o Dc me atraen pero... me falta algo. No sabría decirlo pero creo que el problema es el desarrollo de todas esas ideas. Sólo sabría definirlo como que no tienen alma. Y también esa mala caracterización de personajes que apuntas. El caso es que sus historias cósmicas exigen una atención especial por mi parte, a veces me noto despistándome del comic y pensando en otra cosa, no me acaban de cuajar. Les faltan uno o dos hervores. Una lástima porque como ya he dicho tienen buenos momentos y les agradezco que devolvieran lo cósmico a la actualidad. Este tomo en especial es casi de lo mejor suyo. Que no es mucho.
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