lunes, 29 de marzo de 2021

GENERACIÓN GOONIES: LOS AÑOS DORADOS DE LA PRODUCTORA AMBLIN, ¡¡¡TERCERA EDICIÓN!!!

Teniendo aún reciente el libro que Francisco Javier Millán ha dedicado a la película de los Goonies, hemos recibido ahora el libro que fue su embrión, y que repasa, uno a uno, todos los films de la productora que fundase Steven Spielberg y que, con contadas excepciones, conforman LA PELÍCULA DE NUESTRA VIDA.
    

Aquí podemos encontrar desde pequeños films olvidados como el Continental Divide que dio inicio a las producciones en 1981 como la superpopular Polstergeist, que causaría toda una "manía" por el cine de fenómenos paranormales. 

Repasando la historia de películas como E.T. recuerdo como los compañeros del cole la pasaban en una mala grabación ¿pirata? de video Beta teniendo por entonces 13 años. Yo creo que solo llegaría a verla completa muchos años después.
    

Y es que Spielberg fue para nuestra generación "el cine", lo que ahora son los superhéroes de Marvel y -para algunos- los de DC. 

Y la muestra de que se trata de un tipo diferente de cine que las generaciones anteriores ya no llegaron a disfrutar esta en que mi madre aún aparta la vista del televisor cada vez que salen "los Griminlis esos. ¡Que cosa más fea por Dios!".

 

Young Sherlock Holmes, El Secreto de la Pirámide, es quizás la película de Amblin que a mi más me ha marcado personalmente, aunque solo me diese cuenta muchas décadas después, y recuperase mi amor por el personaje con lecturas sherlockianas. 

Pero Amblin fue mucho más que fantasía y aventuras, como demuestran películas como El Color Púrpura -íbamos a verla por ser de Spielberg y no estaba mal, pero no era lo que nosotros queríamos.

 

La saga animada de Fievel y el Nuevo Mundo o los Dinosaurios de En Busca del Valle Encantado también gozan de sus propios capítulos, y por supuesto la trilogía de Regreso al Futuro, de la que siempre nos honramos haber detectado tempranamente un crucial -pero perdonable- agujero en el guión. 

Luego, ya en los años universitarios, los 90, llegó Hook, y de repente Spielberg dejaba poco a poco de poder fascinarnos. Nos hacíamos mayores, como el propio Peter en la película.

 

Pudimos disfrutar de sus otros dinosaurios, los de Jurassick Park, pero ya nos llamaba más la atención la banda sonora de Williams que otra cosa. 
 
Y con La Lista de Schindler terminamos por hacernos adultos a la fuerza, cuando toda nuestra generación descubrió los horrores del Holocausto y lloramos hasta el final de los créditos. 

Repasen este libro y repasen sus vidas, y agradezcan o reclamen a Spielberg el que durante aquellos años creyésemos que estarían llenas de fantasía y tendrían un final feliz.

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