La niña irá complicando y complicando sus sentencias, absorbiendo como una esponja todo lo que ve y oye hasta convertirse de encantadora en un poquito repelente y sabionda.
Ese es el caso de nuestra Elisita.
Un personaje que encaja en el molde de otras como Ana de las Tejas Verdes, Matilda, Annie o la mismísima Mafalda.
Elisa, una niña colombiana, tiene una familia más que particular, y una calle y unas amistades que no les andan a la zaga.
Todo eso nos lo retrata en unas entradas de su diario secreto donde refleja cuanto le ocurre, con esa lógica aplastante de los infantes y esa negación de todo lo malo de la vida que solemos airear cuando tenemos su edad y que los adultos pronto nos enseñan a callar.
Y tiene mucho tiempo para escribir por que la pobre está enfermita, aunque su excelente educación y su precoz sabiduría hacen que su ánimo no decaiga.
Filosofía, religión, vecinos, visitas, compañeros de cole, de ballet, de cumple...nada escapa a su punzante dardo.
Marjorie Eljach nos ofrece una apasionante novelización ficcionada de su propia niñez que seguro les atrapará desde la primera página. Toda una proeza mantener no solo el tono infantil pero punzante de la niñita, sino la innegable vigencia de sus conclusiones.
Una infancia que es la de todos y unas contradicciones que por desgracia siguen muy presentes, aunque ya no se emita su querida serie "Yo, Claudio".
Una invitación a los adultos a volver a mirar al mundo con el idealismo de la niñez, la única vida que, larga o corta, merece ser vivida.
Y, si su retoño es tan precoz como la protagonista, una estupenda lectura juvenil que prepara para el mundo y para las luctuosas circustancias en las que se encuentra la protagonista.
3 comentarios:
Gracias Pedro por tan bonita entrada de tu blog!!! me alegra que hayas disfrutado de la novela. Has elegido ya tus superpoderes?
¡¡¡Yo ya tengo superpoderes!!!
¡Quiero librarme de unos cuantos por que así se vive mejor!
Me ha llamado la atencion ese escudo de Superman en el polo de la niña.
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