Seguimos estando en medio de la ya conocida necropolis espacial, pero un bucle en el tiempo presenta en esta ocasión una muy diferente aventura.
La trama adquiere ahora una estructura de BÚSQUEDA cuando varios mercenarios intentan localizar sus particulares tesoros en dicha necropolis.
Esta vez la agente de turno tiene una misión religiosa que llevar acabo y para cuya consecución llegará a traicionar a la tripulación de la nave.
Como en un spaguetti western, cada parte busca hacerse con su tesoro y eliminar los competidores, por lo que el resultado final no puede ser más imprevisible.
Como podéis ver, los dibujos son en esta ocasión de Oliver Baez, quien retrata a unos seres espaciales más pulp y cartoon que nunca, en un delicioso estilo clásico y simple.
Extraña pero magnífica combinación de este estilo retro con el moderno y complejo guión.
¡Móntate en la nave de Infinity 8 y disfruta!
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