Muy oportuna la edición de estas memorias de Stan Lee en cómic.
En general las aconsejo y las he disfrutado, pero tengo sentimientos encontrados con respecto a ellas.
En el lado positivo, Peter David se las apaña para recopilar un montón de anécdotas curiosas de la vida de Lee que yo aún desconocía, y lo hace con su humor habitual, algo muy adecuado al personaje protagonista.
Pero, por el otro lado, no se trata de una biografía sino de una HAGIOGRAFÍA, censurada -en sentido eclesiástico- por el sujeto de la misma y que cuenta la ya conocida versión "personal" (quiero decir FLAGRANTEMENTE FALSA) del papel de Lee en la co-creación de muchos de sus personajes e historias.
Viendo a Peter David ceñirse a ese particularísimo guión, creedme que le quita todo el atractivo a lo de ser guionista de éxito en el mercado americano. Viene a ser igual de prestigioso que ser el "negro" de Ana Rosa, vaya.
Collen Doran realiza un trabajo muy poco adecuado a sus capacidades donde los fondos brillan por su ausencia y donde sus carencias gráficas quedan ruborizantemente al descubierto.
Una muestra más de que los trabajos en ese mercado no se conceden dependiendo del talento sino de la disponibilidad y otras variables que prefiero no mencionar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario