Aventura juvenil que recupera el género de las "fantasías prehistóricas", uno que ultimamente parece volver cada pocos años.
Ya no hacen falta los bichos de Harryhausen con la CGI, y el que descubrió que con un abrigo de cuero -que parece comprado en Bershka- lo mismo puedes hacer pelis trogloditas que del Rey Arturo, merece un monumento.
En este caso se especula sobre el crucial momento en que el hombre comenzó a domesticar animales, empezando por el lobo.
Ahora, mientras que creemos que en realidad lo haría a partir de juguetones cachorros, la peli propone la amistad entre un niño bastante flojeras y ñoño, el primer animalista, al que le da pena matar hasta a los animales que tiene que comer, y un lobo HECHO Y DERECHO, que sin mucho motivo pasa de querer merendárselo a ser su mejor amigo.
Separado de su tribu el niño solo tendrá por compañero al lobo y viceversa en una película cuyo fuerte son los salvajes escenarios de la acción, disfrutables aún con los incontables anacronismos en los comportamientos o ese lobo que se pliega a la voluntad humana un poquito rápido, quizás por que en realidad, es un animatrónico un poco oxidado...
¡Ya saben lo que dicen los del cine de trabajar con niños y/o animales...!
1 comentario:
Y aparte la PETA denunció esta película porque despellejaron vivos a unos bisontes. ¿La respuesta que recibieron? "Son mis bisontes y hago con ellos lo que me da la gana".
Por favor que alguien me diga que eso último fue real XDXDXD
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