STAR WARS DAY: LA FUERZA Y EL EQUILIBRIO, EL ELEGIDO ERES TU

Al menos una de las terapias psicológicas que me aplican -bajo hipnosis, me temo- me produjo el otro día un maravilloso éxtasis místico donde me veía conectado a mis propios ancestros y a cuantas personas conozco, cada una -como reza el koan- en su lugar.

Todos teníamos uno o varios Maestros cuya sabiduría era heredada por el siguiente, particularmente fascinante en el caso de la personas creativas, como esos dones poéticos de las Musas o los Skaldas nórdicos que han bebido el Aguamiel de los Poetas.

   

Una palabra llevaba a otra, un nombre a otro, como si las familias, obviamente unidas por su genética, lo estuvieran también por el lenguaje, un lenguaje secreto pero que todos conocíamos o podíamos aprender a descifrar, ofreciendo una bella, armónica e infinita visión de la Creación.

   

"Tu eras el elegido. Debías destruir a los Sith, no unirte a ellos. Ibas a dar equilibrio a la Fuerza..."

   

...Y se lo dió. 

Es Anakin el que, "acabando" con Palpatine por amor a su hijo destruye a los Sith, permitiendo a su heredero traer el equilibrio.

   

Todas esas docenas de personajes de Star Wars, como las de los demás mitos, antiguos o modernos, son arquetipos que viven en nuestra cabeza. 

O eso dicen los modernos enfoque psicológicos.

   

Atrapados en unos hábitos y modos de relacionarnos con la realidad basados en el Miedo y la Ira, la única manera de poderlos cambiar es engendrar en nosotros a vástago que se relacione con la amenaza que es la vida como lo hace Luke: Aceptándola, negándose a luchar.

Haciéndolo, y no intentándolo.

 

Una cosa es decirlo, y otra, hacerlo. ¡Hasta Luke necesita que Yoda le muestre el verdadero poder de la Fuerza para confiar en ella y no convertirse en una nueva versión de su padre...!

Y mis "maestros" son un muy hábiles a la hora de persuadir a mi mente que está bajo toda suerte de amenazas, a cual más truculenta. Eso, duele tanto o más que si te cortan una mano.

Por ahí me ha chivado una ranita, que voy a "tener un bebé". 

 Con esa nueva profecía, os deseo que todos vosotros dejéis atrás las conmociones y con Valor y Calma, fusioneis lo Luminoso y Oscuro en vosotros. 

 ¡Que la Fuerza NOS acompañe!