Hay que estar "iniciado" y ser un verdadero "cinéfilo" -a lo Andrés Trasado- para poder encontrar las joyitas que ayer, hoy y siempre produce el séptimo arte.
Guillermo Arellano, cuando no está escribiendo un nuevo libro, sin duda está viendo este tipo de cine, de autor, y que no solo perdura por esa visión del director sino que resuena en los espectadores por entroncar con LA HISTORIA, esa arquetípica, nuestra propia y del -como el gusta decir- ANIMA MUNDI.
En este ensayo nos propone un paseo por este "Holly-wood", este "Bosque Sagrado" donde la sala de cine es -era, con sus cortinajes, sus telones pintados de musas y su decoración art-decó- una moderna cámara de iniciación, a la que habría que penetrar con las instrucciones que Wagner indica para su Parsifal: En silencio y procesión, pues se va a contemplar un dama sagrado.
¿Existe una conspiración mágica de aquellos productores emigrantes judíos que fundaron los grandes estudios? ¿Eran un puñado de degenerados explotadores sexuales de actrices y actores o unos maestros dispuestos a iluminar a la Humanidad desde la cabina del proyector?
La verdad, seguramente, esté entre ambos extremos y entre las líneas de este librito.
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Teorías aparte, la verdadera riqueza de esta visión yace en la sugerencia de títulos, de directores, de épocas o enfoques más ricos en ese cine SIGNIFICATIVO, que bien sea a golpe de musical -modernas óperas, y por lo tanto OBRAS MAESTRAS-, de cine contracultural en los setenta, o de los modernos festivales independientes marca un camino distinto, bien sea en lo meramente cultural o en las abstracciones más místicas y reveladoras.
Apaguen los móviles, guarden silencio, acomódense en la butaca, aunque sea la de su casa, y preparense para descubrir otro mundo, "over the rainbow" y "behind the mirrow".
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