Hasta donde yo se, Peter Von Sholly será recordado en los años venideros por ser el primer artista que se atreve a ilustrar, como el título indica, la obra completa -relatos y novelas- de H. P. Lovecraft.
Puede que os parezca baladí, pero a pesar de que ya existen varias adaptaciones al cómic de relatos principales, nosotros, que fuimos comentando en este mismo blog muchos de ellos (pinchar en la etiqueta LOVECRAFT) nos las vimos y nos las deseamos a la hora de encontrar con qué ilustrar nuestros textos: la cantidad de material gráfico sobre la obra de uno de los autores más populares de la actualidad y más importantes del pasado siglo era nimia.
Sholly crea al menos una ilustración relativa a cada relato y en muchas ocasiones más de una, mientras que las novelas o relatos largos pueden superar la media docena.
Deja así, poco o nada del de Providence por concebir gráficamente.
Además de una magnífica guía a la verdadera magnitud de un autor que, como todos los grandes, hay que leer y disfrutar de pe a pa: su obra tiene una cualidad orgánica, evolutiva e interrelacional, componiendo uno de los primeros ejemplos de este siglo de realidades compartidas, los famosos Mitos de Cthulhu.
A mi me ha servido para refrescar relatos, escenas, personajes, ambientes... Esos que en una primera o segunda o hasta tercera lectura pasamos al final por alto pero están ahí.
La diferencia entre imaginar nosotros las criaturas, monstruos, dimensiones y demás terrores tentaculares y verlas concretadas por un autor es que, suele suceder, quedan así fijadas en la imaginación.
Pero en realidad no es de manera indeleble: por eso hay muchos autores que tienen muchos ilustradores y cada lector tiene su favorito, el que cree que más se acerca a las ideas que el autor ha conjurado con su prosa en nuestra cabeza.
En este sentido Sholly es un artista que, a buen seguro, no será del gusto de todos los lovecraftianos.
En este sentido Sholly es un artista que, a buen seguro, no será del gusto de todos los lovecraftianos.
El acabado chillón, brillante, digital y relamido de algunas ilustraciones está en las antípodas de lo que de ese mundo gótico, neblinoso, antiguo e inmaterial cabe esperar.
Pero en otros casos, las ilustraciones conjuran imágenes llenas de color y oscuridad que sintetizan a la perfección una atmósfera, un paisaje, un relato o un personaje.
En nuestra opinión -y con Lovecraft somos bastante exigentes- es que todo fan del escritor debe hacerse con una copia del tomo y seguro que conviene con nosotros en que el valor conjunto de este es más que positivo.
Sin dejar por ello de esperar que otros artistas sigan ahora los pasos de Sholly y ofrezcan nuevas versiones, técnicas y sensibilidades.
¡Pero el que da primero, da dos veces!
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