La música es sonora, el cómic -salvo algún intento digital- mudo.
El propio personaje de Beethoven, adusto, atormentado y "alemán" -en la época en que esto era una caracterísitica definitoria- no se presta a historias muy apasionantes, ni de acción.
Por eso esta novela gráfica -lo decimos así por el gran volumen de páginas- nos parece un logro aún más notable.
Editada por BaoBilbao, abalada por sendos prólogos de Luis Alberto de Cuenca y Ramón Torrelledó, con guiones de Marrafino y Monclaire, y hasta una playlist para poner música a estas páginas, el volumen recorre la biografía del genio desde su dura infancia -forzado por un padre a estudiar piano desde muy temprana edad- hasta la apoteosis de su Novena Sinfonía.
La manera de musicalizar las obras es usar diferentes artistas para cada una de ellas, intercaladas en una secuencia principal que dibuja Patricio Delpeche, tremendo artista que nos ha recordado a Tochini, al que hace demasiado que perdimos la pista.
Su trabajo y las ilustraciones de Alice Meichili para la ópera Turandot merecen ya adquirir el volumen, sin menospreciar la enorme variedad de artistas y estilos que nos han descubiertos, aún a los que afortunadamente desarrollamos pronto el gusto por la música clásica muchas obras menos conocidas de este autor.
Cómic para los músicos, música para los comiqueros, un matrimonio de las Artes en las que todos salen ganando.
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