Si es así, lo haré con algo de tristeza -por ver languidecer a la industria que tanto me ha dado- pero con el gozo del trabajo bien hecho -dentro de nuestras capacidades- y con otro aún mayor.
Y es que -fuera Dios u otras entidades más terrenales las que cerraron las puertas hace una década-, lo que en principio hubiese sido un mal se ha tornado en el mayor bien posible, pues eso fue lo que me condujo a centrarme en mis estudios actuales sobre Mitología y Literatura.
Y aún cuando estos acaben de igual manera, nos queda la esperanza de que sea para guiarnos a tareas aún más relevantes, irrenunciables e intransferibles.
¡No imagino mayor tortura que un "Pedro Angosto" atrapado ahora como guionista o cualquier otra función en el panorama de los últimos diez años de la industria del cómic americano!
Y lo mismo puedo afirmar de todos los otros puestos y tareas que un día imaginamos como deseables.
Por incómoda y precaria que nos resulte una situación, el tiempo apunta a la irónica certeza de que estamos en el mejor de los lugares posibles.
Realizando esta media docena de cómics para BIG BANG hemos aprendido muchísimo sobre cómics, pero infinitamente más sobre personas y sobre el mundo, lo cual es aún más valioso.
Lo cual no es óbice para que no cejemos en defender lo que creemos valioso, en este caso los modos y maneras de esta editorial tristemente arrinconada y olvidada a pesar de su HISTÓRICO papel en la recuperación del SENSE OF WONDER de los años 90.
Gracias de nuevo a el y a cuantos se esfuerzan en esas labores, total y negligentemente abandonadas por la prensa oficial de entretenimiento.
Recuperamos también la reciente entrevista en FIRST COMICS NEWS donde abundamos sobre esos mismos temas, repasamos la risoria y paupérrima actualidad americana y damos nuestro PORTAZO AL SALIR.
Aunque no lo haya oído nadie.
BIG BANG COMICS, con 40 años de publicación -incluyendo la etapa MEGATON- es -con la FEMFORCE de AC COMICS, serie en la que también colaboramos- el más longevo y el único universo de superhéroes independiente que sobrevive hasta nuestros días.
No se nos caen los anillos reivindicándolo y promocionandolo hasta que ocupe el lugar que merece, aún tras nuestra marcha.
Nuestra etapa con ellos ha significado la llegada al mercado americano de más de una docena de artistas, entintadores y coloristas. La única vez en que llegaron tantos españoles a América a la vez, fue con las carabelas de Colón.
Ahí queda nuestra "pica en Flandes". La siguiente ya la pondremos en otro lugar.
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