Encerrada entre los muros de su mansión, ella ve pasar el mundo a través de las celosías de sus ventanas.
Pero la llegada de su fracasado hermano, con su mujer, y del joven hermano poeta de su marido cambiará la dinámica de la casa.
Ante un marido que la ignora y una cuñada que le resulta vulgar e inculta, ella volcará su atención en su cuñado, al que además su hermano le ha encargado que la entretenga y forme.
Para empeorar las cosas, el liante de su hermano planea timar a su marido y huir con su dinero.
Cabe avisar al posible espectador que se trata de una película de hace más de 50 años, con su propio ritmo narrativo -bastante lento- y además aderezado de la música folklórica del sitar.
A los cinéfilos puede deleitarles, pero a los ocasionales igual les revienta los nervios...
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