En este caso se da un interesante paralelismo entre esta cinta y la que se prepara, puesto que está anunciado el co-protagonismo de varios villanos en la cinta, como ocurre en el cómic de Hush y su adaptación.
La no pequeña diferencia está en que por supuesto los chicos de animación llevan años presentando y definiendo a todos los villanos, en una continuidad no perfecta pero si totalmente coherente y comprensible, por lo que pueden saltar directamente a la acción, mientras que los del cine siempre retornan a la tabula rasa.
Por eso en esta cinta logran un nuevo hito: el de la película de Batman con diferentes villanos, todos conocidos, todos caracterizados, todos con sus pequeñas o grandes sorpresas. ¡Y además de eso, héroes invitados como Superman!
¡Incluso Dick Grayson protagoniza, en su identidad de Nightwing, algunos de los mejores momentos de colaboración con su mentor, unos que en animación le han sido casi siempre negados -y aún más en imagen real- durante sus años como Robin!
Pero la prueba del algodón de la inteligencia de los guionistas es que hacen mofa y befa del guión original de Jeph Loeb -que presentaba el misterio sobre la identidad de un nuevo villano con un ÚNICO SOSPECHOSO- y conservan a Hush pero dándole una nueva identidad tras las vendas.
Así que cualquier fan podrá disfrutar de nuevo de esta historia y sorprenderse más y más según avanza la misma.
Como colofón, no solo tratan magistralmente la relación Batman/Catwoman, sino que convierten el clímax en un alegato sobre la más polémica característica del personaje, una que los del cine parecen incapaces de representar: BATMAN-NO-MATA.
Reeves tiene por tanto en esta cinta el modelo perfecto de la suya, y un motivo de odiosas comparaciones si no sale igual de airoso.
La peli que necesita Batman -y más DC- no es una con media docena de villanos. Pero si la hace, esperemos que sea tan buena como esta.
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