Para aquellos que tenemos interés en rellenar nuestras lagunas en HISTORIA, es esta una película muy oportuna y conveniente.
Cuenta, desde el punto de vista de un grupo de franceses de a pie, la Revolución Francesa, desde la toma de la Bastilla a la decapitación de Luis XVI en la guillotina.
Aunque ahora se nos presente como un hecho consumado bajo una misma etiqueta, la película sabe penetrar en el interior de los hechos, que entonces no se producían con la dirección y los intereses que nos pueden aparecer hoy en día.
Pronto saltan a la vista las comparaciones con la política actual, sus luchas, sus votaciones, sus intereses encubiertos, SUS ERRORES HISTÓRICOS.
Y es que claro, una cosa es declarar la República y otra pasar por la guillotina a media Francia, como acabó ocurriendo.
El pueblo tuvo su papel pero como siempre fueron los políticos con sus votos quienes acabaron dirimiendo las más cruciales cuestiones, y no siempre de la manera más conexa, adecuada o justa.
Gaspar Ulliel, a quien en España conocemos por anunciar colonia estas navidades bañándose a la luz de la luna, tiene un papelito dentro de esta cinta coral que nos hace recomendarle que ciña sus carreras al modelaje y a las colonias...
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