jueves, 13 de octubre de 2011

SPIDER-MAN: WEB OF LIFE, WEB OF DEATH

Se me había quedado pendiente comentar un par de TPBs de Spidey, a los que quiero añadir una reflexión final sobre la saga que acaba de terminar en España.


Leyendo el último tomo que cierra la etapa BND, que ha supuesto el renacer del personaje, hay una cosa que está clara: Los guionistas pueden variar el tono de una aventura a otra, los dibujantes sería deseable que fueran "primeras espadas", pero de todo ese año y pico de aventuras se desgaja una sensación inequívoca: ORDEN.

Wacker despide a los "Web-heads" para dar paso a Slott, pero en este número culminan TODAS Y CADA UNA de las tramas que se iniciasen en esta etapa.

Tanto es el mimo y la planificación que se aplica, que un personaje secundario olvidado cuya historia no se pudo al final incluir recibe aquí una pequeña historieta que explica sus aparentemente inconexas apariciones. Nada se deja al azar. TODO PASA POR ALGUNA RAZÓN.

Como en nuestras vidas, vaya.


Pasando a la primera aventura de Big Time, no solo se remoza a Spidey y sus secundarios, sino que a partir de este tomo, gracias a la labor del nuevo guionista, las aventuras no es que homenajeen a otras anteriores, que lo hacen, sino que sobre todo TIENEN UN TEMA PRINCIPAL.

No se rescata a Phil Urich por puro frikismo por los personajes antiguos, como hacen muchísimos escribas, sino que su papel en la nueva serie va a ser convertirse en el "reverso oscuro" de Peter: como él, trabaja en el Daily Bugle, como él, tiene una identidad secreta, como él, comienza una nueva etapa de su vida con renovado impulso con nuevo traje y gadgets.

Las cosas que pasan en la serie AFECTAN a Peter, a su historia, a su pasado, a su destino. Todos los personajes que están ahí lo están por que se relacionan con el protagonista, no por rellenar el hueco de villano del mes.


Existe por lo tanto un tono "kármico" en este Spidey, podemos ver las fichas de dominó golpeándose unas a otras, y los hechos que han ocurrido u ocurren tienen consecuencias lógicas e inmediatas. Y justas.

La RESPONSABILIDAD alcanza al fin a aquellos que ostentan GRAN PODER.


Y así, recordaréis que me quedé impactado por la habilidad de Slott para imbricar la trama de "Matters of Life and Death" con el mismo origen y naturaleza del personaje.

Pero de repente me di cuenta de un detalle dolorosamente obvio por el que la aventura me parecía ARQUETÍPICAMENTE ARÁCNIDA.


En su origen, Spidey deja escapar al ladrón y el ladrón mata a su tío.

En esta aventura, Jameson, que ha perseguido injustamente a Spider-Man, pagando Smythe y a Marla para que creen Spider-Slayers, incluso creado supervillanos como el Escorpión, ve como la consecuencia de sus actos le alcanzan de la misma manera que a Peter.


Puede parecer algo poco original, pero en el fondo se trata de algo mucho más profundo: Así funciona el universo en el que vive Spider-Man, así nos gustaría que funcionase el nuestro.

El que la hace, por acción y omisión, la paga.

Ya está bien de villanos que resucitan tras cargarse a la novia del héroe. Cuanto más suban, más fuerte será la caída. Tarde, o temprano.

No me gustaría ser Norman Osborn...

2 comentarios:

José Enrique Machuca dijo...

Lo curioso es que un arquetipo narrativo tan clásico como la retríbución el"si la haces, la pagas" hoy en día nos resulte algo extraño e inusual. Así de malos son los escritores que leemos, así de poca idea tienen. Salvo honrosas excepciones, claro.

PEDRO ANGOSTO dijo...

A eso me refiero, que no se que están contando los demás, siguen todavía en lo de "¡Que chulos es ser supervillano!" y el grim and gritty de los '80.

En devolver las cosas a su sitio este cómic viene a ser como el Flash de Mark Waid.

Si nos hacen creer que Luthor y el Joker molan más que Batman y Superman, mal vamos...