En sus inicios, los cómics para el género femenino estaban basados en Cuentos de Hadas clásicos y sus variantes, todas pobladas de Príncipes, Princesas, Enanitos, Ogros, Brujas y una panoplia de Hadas Madrinas que premiaban las buenas obras y castigaban a los que se salían un poco de la obediencia a las normas de conducta.
Cuando el conjunto de lectoras creció, floreció en España un tebeo romántico donde apuestos jóvenes conocían al amor de su vida y, tras las consabidas peripecias, acababan en boda o, al menos, noviazgo más o menos eterno.
Con la llegada del cine y las estrellas hollywoodiense, estas se convirtieron también en reclamo para dichos cuadernillos, anticipando lo que años después sería el Superpop.
Idem con los ídolos de la canción, cuyas letras se ofrecían como contraportada de la miriada de series y protagonistas del "género débil".
Ya por último, personajes continuados como la que da título al libro protagonizaron los tebeos, chicas jóvenes y aventureras que a la vez informaban a las niñas sobre las últimas modas en prêt-à-`portair.
Medina las desgrana a través de sus editoriales y títulos, de manera cronológica en lo que supone un necesario estudio sobre esta amplísima línea de publicaciones.
Un índice de artistas complementa el libro, incluyendo a las muchas autoras que participaron en estas publicaciones que acabaron compartiendo un "estilo de la casa" independientemente de cual fuese su editor.
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