Luego hemos tenido diferentes encarnaciones en las que se trataba de realizar operaciones encubiertas especialmente delicadas o violentas, o recientemente llevando a cabo los designios de una "extraviada" Bestia durante la etapa de Krakoa.
Ahora, guionista -Thorne- y editor -Brevoort-, lo reiventan como una iniciativa del mutante Forge -cyborg, como Cable- cuya última invención localiza puntos de conflicto en toda la Tierra que, de no ser intervenidos, causarán su destrucción.
En el equipo están Captain Britain y Askani -Rachel Summers-, con lo cual la serie es más una continuación del título Excalibur de la etapa inmediatamente anterior.
Sage es la otra mutante conocida, más la mucho menos notable Surge -¿era de New X-Men...?- y Tank, un "Big Guy" enmascarado del que no se dice nada en este primer número. Bueno, tampoco de los demás se dice gran cosa.
Deadpool aparece pero en condición de mercenario alquilado por días, parece que no será miembro regular.
Echamos de menos algunos personajes más conocidos, ya que los dos principales, ya decimos, se identifican con otro grupo.
La verdad que la primera amenaza que combaten -un monstruo genético de Exxes Industries en Japón- no es arrebatador.
En futuras entregas parece que pararán en Wakanda y se enfrentarán a Nuklo, con lo cual el editor planea usarlos como link de unión con el resto del Universo Marvel no mutante.
Marcos To se encarga de dibujar, convirtiéndose sin esfuerzo en el mejor artífice artístico de los que componen la nueva línea, de los presentados hasta ahora.
A menos que los conceptos de las amenazas sean increíblemente rompedores, nos tememos que esta serie, sin añadir nuevos y arrabatadores miembros, no dure más del primer año, si pasa del #6.
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