Alcanzada la madurez creativa en los últimos relatos reseñados, La Llamada de Cthulhu y La Búsqueda Onírica de la Ignota Kadath, esta novela breve supone ya todo un tour-de-force Lovecraftiano.
Le debemos al autor destacar ya que el lugar donde transcurre es su propia Providence, el epicentro de ese Massachusetts irreal o hiperreal, que bajo nuevos topónimos solo esconde la mansión de la esquina, la familia de enfrente. Un lugar donde "imaginar" solo cuesta abrir un libro de historia.
Lovecraft explora el folklore local y los famosos juicios de Salem, donde brujas y hechiceros fueron condenados a la horca por Cotton Mather y otros fieros perseguidores de la herejía.
El relato, como siempre, se puede entender como reelaboración de otros anteriores, desde el pretérito El Alquimista hasta los muchos cuya trama consiste en esos descendientes que acaban encontrando los mayores horrores en sus propias familias.
Nos llama poderosamente la atención el amplio conocimiento que Lovecraft demuestra de libros de Alquimia Medieval y Renacentista, donde parece saber distinguir los textos verdaderamente históricos de la verborrea que suele rodear este tipo de literatura.
Igualmente, la verosimilitud con la que describe las ceremonias, las fórmulas, los encantamientos, las oportunidades astrológicas, los diagramas mágicos y los grimorios indican sin duda no el que el mismo fuese practicante de hechicería, pero si un profundo estudio especializado del tema, que haría pasar las escenas descritas en esta novela por plausibles ante cualquier estudioso del esoterismo.
El texto incluye breves alusiones al Ciclo Onírico (su protagonista, un médico que acaba oponiéndose a las fuerzas del mal, es amigo de Randolph Carter) y a los Mitos de Cthulhu, con la primera aparición de la entidad Yog-Sothoth, pero estas son tan secundarias que contribuyen a dibujar un mundo inmenso donde sus personajes y conceptos, a pesar de estar relacionados, forman parte de historias y eventos de una inmensa variedad.
Quizás al lector moderno el "misterio" de lo que le ocurre al protagonista del título le queda revelado demasiado pronto en la novela, por lo que la resolución se puede hacer lenta, pesada y enrevesada.
Es un texto muy denso que conviene disfrutar o revisar con alguna guía de lectura.
Esto queda compensado por la búsqueda y la aventura a lo "Indiana Jones" que el protagonista tiene que hacer, tanto en los ambientes académicos como en las acostumbradas catacumbas llenas de horrores a cada recoveco.
Todo el acervo cultural e histórico de esas coordenadas redunda sin embargo en que Lovecraft haga horriblemente plausible a sus protagonistas y esos rituales de necromancia que más terroríficos resultan cuanto menos se revela sobre ellos.
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