Personajes que prometían muchísimo como Promethea concluyeron un tanto precipitadamente, Tom Strong perdió todo su atractivo sin Sprouse, y apenas hemos visto una miniserie de los Top ten que seguro una inmensisdad de sus propios fans ignoran. Nunca más se supo delos personajes de America's Best Comics, dificilmente heredables por cualquier otro guionista que no sea el genio ermitaño de Northampton.
Ahora, como si no hubiesen pasado los años, Tom Strong regresa de la mano de su creador gráfico y con Peter Hogan a los guiones.
Hogan, que coescribió las miniseries de Terra Obscura, ya hizo entonces un magnífico trabajo, y ahora, la verdad, uno no echa de menos a Moore en absoluto.
La historia se centra en el hijo nazi de Tom Strong, su particular Mordred, y ese clásico de los superhéroes que es el mundo en el que los nazis han conquistado el mundo.
Albretch ha conseguido la ayuda de unos robots de una civilicación perdida, jugando sin verguenza con los más escandalosos clásicos pulp que funcionan a las mil maravillas un siglo después.
Sprouse es magnífico, casi sin competencia a la hora de crear mundos, atmósfera, y escenarios de época -también hay viajes temporales-, asi que esta es una historia hecha a su medida donde se luce más que nunca.
No duda que le tenga un gran cariño a su creación, pero un talento así es lo que necesitan los personajes DC, esperemos que tras su colaboración en Batman siga el camino de su colega Paquette y lo veamos por fin en superhéroes DC de los de siempre.
3 comentarios:
Como por ejemplo, Superman 1,2,3...Responda otra vez.
Abundo en los elogios que Pedro dedica a Sprouse. Quizás su única falta, la que hace que sólo le dé las dos orejas y no el rabo, que sus composiciones son un poco estáticas.
Pero vamos, diez como este querría yo en DC.
Bueno, el Genio de Nothampton ha encontrado entonces un buen heredero para seguir una de sus mejores obras dentro de su sello.
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