lunes, 8 de abril de 2013

¡MENOS MAL QUE HICIERON EL REBOOT!

He estado ojeando -para releer no dan- algunos cómics de los últimos años de la DC pre-Reboot.

Y la verdad que, en perspectiva, me parece mentira que yo mismo -y vosotros, sospecho- pudiésemos aguantar tanto tiempo con semejantes filfa argumental.


Todos y cada uno de las cosas que ahora despreciamos de New 52 ESTABAN YA EN DC DESDE HACE AÑOS: los cambios de autores, los argumentos olvidados y retorcidos, la insistencia sobre el mismo puñado de personajes, unos odiados y los otros amados, por estar, como ya lo vimos estaban hasta los Reboots.


Sin embargo, en medio de la supervivencia de algunas series aún legibles, nos tragamos todo eso en la esperanza de que acabasen arreglando todo ese desaguisado pronto. Ni que decir tiene, que tampoco tardamos tanto en darnos cuenta que la bola de nieve crecía y crecía más y más, haciéndose imparable.

Y así sigue, imparable aún habiendo utilizado "EL NULIFICADOR SUPREMO", el arma definitiva que supone hacer un reboot y borrar todo lo anterior.


¿Alguien se acuerda hoy de Forerunner...? ¡Pues en su día fue lo que hoy es PANDORA! Y así, todos los elementos actuales pueden encontrarse reflejados en la etapa pre-Flashpoint uno a uno, igual de insulsos.

Voy al caso del peso que tiene la fascinación de que aquellas historias clamaban estar integradas en un todo anterior, a pesar de que ese todo ya hacía aguas, y de que el Universo DC nunca cupo en la cabeza de Didio, y sigue sin caber, aún menguado en New 52.


Conclusión: ¡MENOS MAL QUE HICIERON EL REBOOT!

Eso nos ha permitido separarnos definitivamente de los personajes, y racionalizar que no nos gustan las historias por que no son los nuestros.

En realidad, ya digo, los de antes si eran las versiones con las que crecimos, y los cómics, al menos ahora, son tan ilegibles como los presentes.

Hubiese sido muchísimo más sangrante que "dioses menores" siguiesen jugando con las versiones originales y dándole el absurdo tratamiento de los últimos años pre-Reboot.

Ya lo dijo Franco cuando Carrero: "No hay mal que por bien no venga"


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Para mí, DC murió el día en que murió Ted Kord. Todo lo que vino después me parecía un constante ir de mal en peor. Incluso antes de Flashpoint pensaba que un reboot era ya necesario. Pero uno BIEN HECHO, con autores y (sobretodo) con editores competentes y responsables. Con autores y editores respetuosos de la historia y el legado del DCU, y respetuosos sobretodo con sus lectores. No esta monstruosidad perpetrada por DiDiot, Lee, Harras y compañía. Lo que le han hecho al Universo DC estos personajes es criminal, similar a si unos “restauradores” le pintaran un peinado punk y unos lentes colorinches a la Mona Lisa, para hacerla “mas moderna y acorde a las modas actuales”…

mac dijo...

Lo dije 8 millones de veces en este blog: el UDC murió en Infinite Crisis. A diferencia del anónimo anterior, no vi tan terrible la muerte de Ted Kord ni las sagas del preludio a Infinite Crisis. De hecho, Infinite Crisis en sí no es tan mala... el problema fueron sus consecuencias (el reboot parcial o el desreboot).

Los cambios parciales en el pasado generaron un caos absoluto y el uso indiscriminado de los universos paralelos destrozó la seriedad de los comics, que tanto había subido con Identity Crisis.

El caricaturesco Luthor científico loco, el nuevo origen del Joker (que no es malo, pero por ser diferente anulaba muchas cosas del pasado glorioso del personaje y de su personalidad); el patético intento de homenajear a las versiones pre-crisis de muchos personajes y el forzadísimo intento por hacer justamente lo contrario que hacen ahora: historias que enlazaran con 32 mil historias previas cada una, y la alienación constante que hicieron de Superman (a quien transformaron en un frío kryptoniano sin lazos sentimentales con nadie y con una colección sola -en action no apareció como por 2 años, en la JLA tampoco- hicieron que DC cayera en picada.

Lo salvaron Green Lantern, Batman y las macrosagas... lo demás (lo que leí al menos y lo que hojeé por arriba, no es que haya leído todo) ufff... no sólo fue insufrible, sino infantil.

En parte, eso se debe al intento de copiar los aires de la Silver Age... pero, damas y caballeros, eran otras épocas. Épocas en las que Batman y Robin podían dormir juntos y Superman podía guiñarle al lector.

El reboot le hizo bien a DC Comics... pero había muchas otras posibilidades de hacerle un bien a DC Comics sin borrar su pasado de un plumazo (la más sencilla: hacer buenas historias y dejar de desfigurar la personalidad de los personajes).

Los lectores (al menos yo) felices: ahora tenemos tiempo de leer todo lo que nos perdimos de la vieja y buena DC Comics ;)

Saludos!

Anónimo dijo...

"Los lectores (al menos yo) felices: ahora tenemos tiempo de leer todo lo que nos perdimos de la vieja y buena DC Comics ;)" - pues entonces todos tan contentos, ¿no?, los lectores nuevos y los antiguos... no sé a cuento de qué entonces tanta queja

Anónimo dijo...

Si no lo entiendes no merece la pena ni explicartelo

Enrique

Anónimo dijo...

Personalmente, me gusta Crisis Infinita (a pesar de algunos agujeros de guion), pero lo que vino después es simplemente detestable. Con Superman empezaron bien con Richard Donner y Geof Johns para acabar con New Kripton, que supuso el inicio de la hecatombe que aún sigue existiendo. Con Wonder woman tres cuartos de lo mismo, y todavía me pregunto que se fumó JMS cuando escribía para DC. Se que soy de la minoria pero yo acabé hasta las narices del Batman de Grant Morrison y nunca acepté lo de dick grayson siendo Batman (pero al menos los comics de red robin estaban bien escritos). La liga de la justicia, igual, aunque james robinson intentase hacer algo decente, al final acabó siendo una chorrada. Y green arrow posiblemente de los peor parados, con la muerte de lian harper, la imbecilidad de volver a roy harper drogadicto otra vez... En fin quizá no era necesario algo tan extremo como un reboot pero esta claro que se necesitaba hacer un cambio.

Habrá que ver si algún dia se arreglan las cosas