miércoles, 17 de julio de 2024

INVINCIBLE 2: TRAUMA, DILEMAS MORALES, Y VILLANOS SIN REDENCIÓN

Terminada de ver la temporada 2 de esta serie, hemos de recomendarla como uno de los puntales que hace avanzar la ficción superheróica del presente.
Siguiendo con bastante fidelidad la narrativa de los cómics, emulando el estilo de dibujo de sus artistas, con capítulos de casi una hora que vienen a ser pequeñas películas, la serie cubre no solo las aventuras del héroe titular, sino que se encarga minuciosamente del desarrollo de todos sus secundarios y el resto de superhéroes de este universo, como los Guardianes Globales.
Al final, es una recuperación de los primeros Spider-Man, reflexionando profunda y actualmente sobre el coste psicológico de las batallas superheróicas -unas con una violencia exacerbada-, no solo para el protagonista sino también para los personajes que lo rodean, como su madre o su novia.
El propio Invincible arranca la temporada recuperándose de su enfrentamiento con Omniman: Ha vencido a su padre, o mejor dicho, a sobrevivido al enfrentamiento, pero no sin el trauma de descubrir que no conocía para nada las intenciones de su progenitor.
Los Guardianes Globales, alivio cómico de la serie, no carecen tampoco de traumas y bajas, entrenando concienzudamente para prepararse para unas amenazas que no cesan.
Estos personajes tampoco carecen de sus secretos y limitaciones, y todos son probados al máximo.

Aportan también un humor necesario, que si faltase tornaría el producto resultante en un oscuro drama.
 
Es esta complejidad y riqueza psicológica la que convierte a la serie en "must see", pues a pesar de sus grandes poderes, el héroe no consigue equilibrar la balanza entre sus aventuras y vida privada, como en su día ocurriese con Peter Parker.
Apenas recuperado de sus batallas, debe enfrentar el descubrimiento de que su padre ha sobrevivido y tiene una nueva vida en otro planeta, iniciándose la lenta redención del villano que, a pesar de mantener sus diferencias alienígenas, alberga una lucha interna entre su herencia Viltrumita y sus intenciones personales.
Las amenazas no dejan de llegar y convierten la narrativa en un apasionante serial del que los espectadores no pueden obtener suficiente.
La identidad y el deber también son temas estudiados a partir de un "agente de S.H.I.E.L.D." que, buscando explicación a sus resurreciones acabará descubriendo que el conocimiento suele engendrar más infelicidad.
Cecyl, el "!Nick Fury" de la serie tiene también un alma compleja, dividida entre su deber de proteger el planeta y los medios que usa para hacerlo, con tendencia a manipular a las personas, trayendo a colación ese viejo y verdadero dicho de "el fin no justifica los medios".
Ante todo esto se alza el protagonista, cuya existencia solitaria y su concienca acaban divididas y extenuadas al intentar satisfacer a cuantos le rodean y ser fiel a sus ideales.
 
No faltan por supuesto las batallas de escala planetaria, hiperviolentas, que caracterizan a esta serie. Un peligro para el género superheróico, que puede tender a emularlas y generalizarlas.
Pero las damos por buenas en tanto convierte a Invincible en un referente moral actual de la misma manera que lo es el Miles Morales de Spider-verse.
La influencia de la serie ya se deja notar en otras como My Adventures with Superman, aunque afortunadamente los autores han sabido fagocitarla en el modo ideal.
Por lo tanto concluimos recomendándola fervorosamente, tanto a viejos aficionados como a aquellos, numerosísimos, que descubran ahora al personaje.
 

¡Oh, se nos olvidaba que como guinda al pastel -de carne- la serie también aborda los temas del Multiverso magistralmente y muestra que es lo que constituye a un verdadero villano que, preso de sus propios demonios, es incapaz de detenerse, forzando al superhéroe a tomar medidas extremas! 

 No se puede pedir más.

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