El "Estilo Pixar" ha sido emulado por todo el mundo, siendo la última gran innovación de ese tipo de producciones.
Pero no siempre ha sido así, y aún antes de que Disney se impusiese en las cabezas de todos como LA ANIMACIÓN por antonomasia, hubo muchas otras maneras de hacerla, muchas técnicas y muchos creadores y estudios, no solo en Estados Unidos.
Este libro, tan magníficamente ilustrado como todos los de Diábolo, habla de esos pioneros, de esos innovadores y de todos esos otros modos de hacer cine de animación.
Desde Méliès y sus primeros experimentos para lograr efectos sorprendentes y crear todo un género ya olvidado a nuestro Segundo Chomón, uno de tantos genios que hemos olvidado injustamente, el libro repasa estudios clásicos americanos y otros tipos de animación como la Stop Motion -que hoy a su vez vive un dorado renacer- o las siluetas de sombras, que recordamos haber visto en los ya numinosos años de la infancia en televisión.
También allí nos "atacaban" con aquellas animaciones de Europa del Este que tan poco nos gustaban al lado de las americanas.
Aquí se recogen sus mayores logros, al lado de los de Bugs Bunny y demás personajes que llegaron al estrellato cuando el medio aún se restringuía a las pantallas de cines.
Un capítulo dedicado a los Gigantes de la Animación reivindica a tantos artistas que, aunque brillasen en su día, hoy solo perviven en la memoria de unos pocos "connosieurs", como Don Bluth.
Así, el libro es un magnífico y ameno repaso a un modo de hacer películas que, además de parques de atracciones, ha dado grandes obras de arte, y las que quedan por dar.
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