Como en tomos anteriores, Hermann se las apaña para trufar el camino a Tierra Santa -a pie, una inoportuna enfermedad hace que pierdan el barco- de diferentes amenazas, y no todas provenientes de los Infieles que acechan en las proximidades.
Ante la dureza de la vida en el periodo, todas las ruindades humanas salen a la luz, tanto las de los enemigos como las de los aliados, siempre más inesperadas.
Pero el heroísmo del protagonista tendrá un inesperado pago en el hallazgo de un tesoro que por fin le da posibilidad de pagar un ejército y regresar de las Cruzadas para recuperar su feudo.
También en esa aventura Hermann nos mostrará cuan pírricas y temporales pueden resultar las victorias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario