Su familia, amigos, conocidos y el público en general van pasando por esta obra opinando sobre tan singular sujeto y su decisión.
Más allá de la premisa, es ese desfile de seres humanos lo más interesante de esta profunda y provocativa obra.
Todos solemos tener opinión sobre todo, pero los muy diferentes puntos de vista muestran que, en realidad, pocos llegan a conocer la verdad, en concreto sobre el protagonista.
La retahila de opinadores -que contrastan con el silencioso protagonista- revelan las graves osadías que cometemos al opinar de todo, al sentenciar sobre todo, al presumir que conocemos a tal o cual persona o asunto por completo.
La verdad se pierde en ese bosque de palabras. Y no es lo único que se pierde.
Dijérase por el final que la obra tiene una intención animalista, pero creo que sería hacerla de menos reducirla a ese enfoque.
Como el protagonista, el cómic tiene muchas lecturas, muchas denuncias, muchas advertencias de a donde pueden llevar una palabra inoportuna o una concatenación de sucesos.
Además, el álbum retrata muchísimos rincones de Madrid perfectamente, lo que le da un valor añadido.
Esperemos que en esos conocidos rincones no estén transcurriendo mudos dramas como el de esta historia, que nos invita a escuchar y ver y juzgar con mucha más atención y cuidado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario