jueves, 1 de abril de 2010

WATCHMEN, WAGNER, LA INMATERIA Y LA MADRE QUE NOS PARIÓ (I)

Intro: Estamos en Semana Santa; mañana es Viernes Santo, y en ese día transcurre una de mis obras favoritas, PARSIFAL. Así que, para los que no están de vacaciones, eso me ha animado a comenzar a publicar el macro-artículo dedicado a la película de Watchmen. Ya vereis el por qué de la asociación de ideas.

La cosa comenzó como una defensa de la visión de Zack Snyder, pero no tardó en comenzar a "escribirse a sí mismo", aunando en este estudio todos mis intereses, de los Superhéroes a la Mitología o el Hermetismo.

Debido a su extensión lo debo publicar por entregas, así que tened algo de paciencia, por que las conclusiones más sorprendentes -para mí el primero- están hacia el final.

Se trata claro de una visión muy personal de la película y el comic de Watchmen y de el papel de los mitos y el simbolismo en los superhéroes. Como siempre, no lo publico aquí para tirarme el pegote, SINO PARA CONOCER VUESTRA OPINIÓN. Tanto si os parece que desvario como si quedais igual de asombrados que yo con el funcionamiento de la imaginación. Se trata, como siempre, de celebrar entre todos los buenos ratos que este comic nos ha dado, y compartir lo que hemos aprendido de él. Vamos allá.



Come writers and critics
Who prophesize with your pen
And keep your eyes wide
The chance won't come again
And don't speak too soon
For the wheel's still in spin
And there's no tellin' who
That it's namin'.
For the loser now
Will be later to win
For the times they are a-changin'.


Para cubrirse las espaldas contra los inevitables críticos que se cebaron en su, por muchos años, incomprendida obra, el propio J.R.R. Tolkien acuñó un versillo que resumía la cosa así:

“The Lord of the Rings is
one of those things
if you like you do
if you don’t you woo”


Uno podría decir que Zach Snyder, el directo de Watchmen, “la película”, escogió con doble motivo esta canción de Bob Dylan para arrancar su forzosamente controvertida versión de esta obra maestra del cómic. Acompañando una secuencia de créditos en la que todos coincidimos -ni mucho menos por casualidad, ya lo veremos- que es lo mejor de la película, hay que aplaudirle a Snyder la excelente capacidad de comprensión de la obra que le da capacidad de añadir, para empezar, algo que los cómics, por buenos que sean, no pueden tener, o no tienen de momento: una banda sonora.

And admit that the waters
Around you have grown
And accept it that soon
You'll be drenched to the bone.


¿Que podemos añadirle a esta estrofa...? Desde el comienzo ya te están diciendo como van a terminar las cosas. Uno diría que Snyder viajo 40 años atrás en el tiempo y le encargó a Dylan una banda sonora “encubierta” para Watchmen, pues le calza como un guante y, siguiendo al cómic, despierta segundas y terceras lecturas y múltiples sentidos. La canción cobra una nueva vida, su “verdadero significado”, acompañando el repaso de la historia alternativa de los Minutemen y sus Estados Unidos, una especie de “The Wonder Years” de cuatro décadas (o eso, o es que Dylan es un genio y creó una canción que lo mismo sirve para un roto que para un descosido, para Watchmen que para Obama...)



Yo no tuve ocasión de disfrutar Watchmen mensualmente en su edición de Zinco. No, no me estoy quitando años. Es que un "amigo" (mejor que permanezca en el anonimato, aunque hoy es un asiduo de la sección de correo de los lectores de Dolmen) que se encargaba por aquel entonces de enviarme a mi pueblo las novedades comiqueras decidió que "en Watchmen no salían superhéroes" y por lo tanto no podía formar parte de mi sana ración mensual de mutantes y arácnidos. Mal comienzo, pues Watchmen es uno de esos cómics concebidos para ser disfrutado mes tras mes en creciente suspense.

Yo acabe poniéndome al día con la obra, claro. Pero si tuviésemos que resumir el logro de Snyder como director de la cinta, creo que la mejor manera de ilustrarlo es diciendo que, en el caso de que mi antiguo colega vaya a verla, no le quedará ninguna duda de que “EN WATCHMEN SI SALEN SUPERHÉROES”.



Digámoslo ya: Frente a los detractores que acusan por un lado a la versión para cine de haberse saltado las sutilezas narrativas del cómic, o en el otro extremo, de realizar una traslación demasiado literal de los planos, escenas y enfoques de Moore y Gibbons, yo no solo considero que la adaptación es más que fiel al espíritu y a la letra de la obra sino que, además pienso que en muchos aspectos la afina en la forma y en el fondo, la estiliza, la actualiza, la aligera, la democratiza. La mejora, que carajo. Tres cabezas siempre piensan mas que dos. No se puede uno sentar en el cine con el cómic en la sobaquera, comprobando si cada frase figura o no en la A-DAP-TA-CIÓN.

Uno de los muchos aspectos que aparecen realzados en la película con respecto al cómic es ese que echó para atrás en su día al susodicho albaceteño aracnófilo: el revelar de manera indeleble la indudable herencia de Watchmen con los cómics de superhéroes.



Ni traumas sexuales, ni violencia, ni realismo, ni decadencia pueden ocultar la que es la primera gran carta de amor de Moore al género. En los deconstructionistas ’80, con su “grim and gritty” parece que estaba de moda echar por tierra a los iconos populares de cuatricomía. Watchmen, en resumidas cuentas pasó a ser “el cómic para acabar con todos los cómics de superhéroes”, el Quijote del género, creo que lo llamó Carlos Pacheco. Y a fe mía que lo fue mucho más de lo que los autores o el más acérrimo enemigo de los personaje con la ropa interior por fuera lo hubieran querido. Hasta tal punto que un servidor escribió hace quince años un artículo en el fanzine Bronze para dejar bien clarito que los personajes de Watchmen, strictu sensu, “ni son supers, ni son héroes”, así que a ver si dejábamos de joder la marrana.



Y no me faltaba razón, salvo por que... si que lo son. Lo son por la herencia de los personajes Archie, los de la Charlton y decenas de aún olvidados personajes de la Edad de Oro que conforman los personajes inventados por Moore. Y lo son por que tanto Miracleman como Watchmen inician como decimos un rosario de obras que Moore ha dedicado a remedar, homenajear, corregir, aumentar, recuperar y recrear a los superhéroes puros y duros de siempre.

Aunque solo sirva para elevar su genialidad, dado lo que disfrutamos con sus obras, algo si podemos afirmar sin miedo: Moore se repite hasta el aburrimiento. Afortunadamente. No se puede escribir el Quijote sin leer muchas novelas de caballería. Y no se pueden leer sin que te gusten. Así que la película es una excelente ocasión para que los sibaritas que ven en Moore al “angel exterminador” de los superhéroes y sus tonterías cesen y desistan.



Tras Watchmen ahí tenemos Twilight of the Superheroes, Supreme y Judgement Day, su Tom Strong y Promethea, y Top Ten y su Liga de Extraordinarios Caballeros, su Terra Obscura y lo que te rondaré morena. A Moore le gustan los superhéroes, y al que le pique, que se rasque.

Y lo que quiero decir es que funciona Watchmen mucho mejor como película que explora los arquetipos de unos superhéroes “post-modernos” que deben haber cautivado a un público generalista que continúa encasillando al género como infantil, como una revisitación adulta de los mitos de la niñez de cada espectador, que como “tomo absolute de librería especializada para demostrar a los amigos lo intelectual que soy aunque compro cómics”.

Se han perdido en la película las presiones y las polémicas, se ha superado el “grim and gritty” como movimiento en el cómic, se ha asimilado Kingdom Come y sus adláteres reconstrucionistas. Sólo queda la historia. Y su disfrute. Sin análisis sesudos, sin tener que cambiar el curso de nada.



“¿Dónde está, oh Muerte, tu victoria?” Moore ha fallecido en Watchmen y ha resucitado como un hierofante de lo divino y lo heróico en las mencionadas obras, más brillante que antes. Si Moore escribiese Watchmen hoy en día, un Watchmen pasado por Tom Strong, sin tanta viñeta chiquitica, ni tanto monólogo interior ni tanto “tengo que demostrar que soy un genio inglés por que ignoro que en 20 años voy a ser tan rico que despreciaré millones de dólares en royalties de las adaptaciones de mi obra”; ese Watchmen del Moore de hoy en día se parecería mucho más a lo que Snyder ha hecho, señores.



Esté bien o mal la cinta, le añada o le dañen los minutos extras del DVD, el cómic va a seguir igual, siendo una obra maestra y un reflejo de su tiempo, para lo bueno y para lo malo. Algo de lo malo, Snyder se lo salta. Y le pone alguna cosilla de su cosecha. ¡Aleluya, pues!

No sé si los trajes de Búho Nocturno se parecen a los de Batman o no, pero lo cierto y fijo es que PEZONES, NO LLEVA. Existen infinitas maneras de adaptar una obra, y las posibilidades de cagarla-pero-bien se multiplican exponencialmente cuanto mayor es la complejidad de la obra que se adapta.



Los fans del verdadero Tolkien bien que sufrimos que Peter Jackson reduzca la epopeya místico-fantástica a una matanza de orcos salida de un juego de rol jugado por niños de 10 años. Snyder, para abrirse paso a través de la maraña de ideas y niveles del cómic, tiene que estar dotado de una inteligencia afilada como un escalpelo. ¿Que se limita a adaptar plano por plano y secuencia a secuencia el cómic? ¡Habría que oír a los puristas en el caso de que le hubiese dado por rumiar y deglutir aún más el material, cambiando, juntando, pegando, añadiendo y recreando!

Desde luego, como creador de cómics, ya quisiera yo que mis obras se adaptasen con semejante respeto reverencial y que se complementen con semejante tino y reflexión. Aunque sólo fuese por la música.

CONTINUARÁ...

5 comentarios:

fer1980 dijo...

Hombre no creo que nadie dude (que sepa de lo que hable) que a Moore le gustan los superhéroes, su trayectoria habla por si sola, lo que si parece claro es que ha acabado cansado de los tejemanejes de la industria del comic americana, tejemanejes que por suerte para él ya no tiene por que aguantar.

Por lo demás y sobre la peli me parece que el talento visual de Snyder es innegable, pero creo que al peli problemas de ritmo, pese a su duración no consigue que todo termine de encajar como debiera y en ocasiones puede resultar algo confusa, aún así me gusto bastante, me pareció muy valiente lo que hizo Snyder y me da bastante pena que al final la cosa no funcionara en taquilla, en todo caso si he de decir que siendo Watchmen un comic en toda la extensión de la palabra (en al medida que usa recursos que solo a están a disposición de este medio expresión), si me hubiera gustado que Snyder intentara ser algo menos fiel (que creo que es lo que en gran medida condiciona los problemas de ritmo a los que antes aludía), y más dar su propia visión, más que nada para ver como quedaba, pero si tienes razón en que de haber hecho esto mucha gente se hubiera lanzado al cuello.

Señalar si acaso (y al contrario que 300) que no creo ni de lejos que la peli mejore el comic en ningún aspecto, aunque esperare un poco a que desarrolles más el argumento para ver exactamente por que dices eso.

TON-EL dijo...

WATCHMEN es una pelicula que con el tiempo sera reivindicada, Snyder tuvo la valentía de adaptar un material polemico desde su primer momento, que había sido rechazado por directores mas experimentados.

La posición de los criticos me parecio bastante poco presentable, al principio en los primeros pases la peli era geníal, incluso se llego a decir la palabra obra maestra, pero según iban avanzando los días y ya se vió que la pelicula no iba como se esperaba en taquilla, se tornaron negativas y empezaron los ataques.

Es de las pocas peliculas de superheroes, dirigidas conscientemente a un publico adulto, con un respeto hacía la obra original pocas veces visto, y con unas interpretaciones a la altura, y también con muchos homenajes a peliculas fantasticas de ciencia ficción y guerra; como 2001 una Odisea en el Espacio, Telefono Rojo Volamos hacia Moscu, Blade Runner y Apocalipse Now.

HM dijo...

Watchmen cómic no es una historia de superhéroes, aunque participe maravillosamente de su herencia. Watchmen peli SÍ parece por momentos una historia de superhéroes, con lo que el discurso cambia. La fidelidad es solo (muy) aparente.

PEDRO ANGOSTO dijo...

Totalmente de acuerdo contigo, Ton-El:

Los temas de Watchmen son bastante adultos y restringidos. No se puede pedir de esa película un taquillazo veraniego a lo Iron Man o Batman...

Clayton dijo...

La labor de Snyder es a todas luces encomiable; no resulta fácil adaptar una obra tan compleja como Watchmen en tres horas de metraje y encima dejar un resultado tan digno y meritorio como él ha dejado, enriqueciendo si cabe aún más a la obra original con esos fantásticos créditos iniciales que a todo buen fan del cómic encantó.
Yo sí tuve la suerte de leer "Watchmen" mes tras mes, y la experiencia, aunque suene a tópico, fue irrepetible; ningún cómic me impactó más por aquel entonces, aunque "Dark Knight", contemporáneo a aquél, no le fue a la zaga. Supuso todo un abrumador desafío a las preferencias comiqueras de un chaval de quince años, acostumbrado hasta entonces a otro tipo de lecturas.
Fantástico post, Pedro, como igualmente genial su sucesor, que acabo de leer.