La película cuenta la historia del artista y profesor de arte Wladyslaw Strzeminski, y de cómo el nuevo régimen comunista de Polonia acabó por arruinarle su carrera y su vida.
Las nuevas directrices del Comunismo promulgaban solo un tipo de Arte, el ideologizado que sirviese para lavar el cerebro del Proletariado, libre de toda crítica y de toda individualidad.
El alzar la voz y enfrentarse al aparato del Estado pronto hizo que el artista fuese borrado de los museos, que perdiese su puesto en la Escuela de Arte, su trabajo y finalmente su vida, arruinado social, física y moralmente.
Un ejemplo de valentía y de fidelidad al ARTE, a una visión del mundo, a la LIBERTAD de crear lo que uno sienta o comprenda y no lo que le mandan desde arriba o lo que está bien visto, o lo que VENDE.
Un hombre de esos que ya no quedan.
Su trabajo artístico puede dejar indiferentes a muchos, pero su integridad es algo que, con esta película, se convierte en admirable para todos.
Y es que la RELEVANCIA de esta película consiste en que este tipo de fenómenos no es exclusivo de dictaduras presentes o pasadas, de uno u otro signo.
Ese tipo de censura artística o ideológica SE DA HOY EN DÍA, aquí en nuestro país y en todas partes.
No es necesario ser "malvados leninistas": Cualquier poder mediático, económico, SOCIAL, selecciona el Arte y los Individuos que son "kosher", que se pueden consumir, que son relevantes en este momento.
Al resto, a los diferentes, a los individuales, a los que no van con la mayoría, como en la película, los ignora, los amenaza, los aparta, los vuelve invisibles, LOS DESTRUYE.
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